En el discurso de apertura de las Sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el Presidente Macri sostuvo, entre otras inexactitudes, que su gobierno anunció: “la actualización automática de los montos de las jubilaciones, las asignaciones familiares y la Asignación Universal por Hijo”. La afirmación es una doble provocación para los trabajadores y trabajadoras que acceden a este derecho. Además de que la actualización automática de estas asignaciones no es un anuncio de Macri sino una ley aprobada el 14 de julio de 2015, es decir durante la gestión anterior, resulta al menos sorprendente que proponga algo que nunca hizo en su gestión como Jefe de Gobierno porteño. Las asignaciones familiares para los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires se encuentran congeladas en 270 pesos desde hace cuatro años y, pese a las numerosas manifestaciones para su actualización, el bloque macrista se ha negado sistemáticamente a tratar los proyectos de Ley en la Legislatura.
A esta mentira se suma la omisión engañosa del presidente sobre los efectos de su decisión sobre el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. Macri afirmó “el 75 por ciento de los contribuyentes que pagan este impuesto verán un beneficio en su bolsillo entre 9 y 22 por ciento”. Sin embargo, por su decisión serán muchos más los trabajadores alcanzados por ese impuesto de los que actualmente lo pagan.
En relación a la necesaria actualización de las escalas del impuesto, funcionarios del gobierno condicionaron su modificación parlamentaria al acuerdo con los Fondos Buitres. Los trabajadores rechazamos esta extorsión y continuaremos movilizándonos para que estas escalas se modifiquen y paguen más los que más ganan.