Hoy, 25 de octubre, se sancionó por el voto unánime de legisladores de la Ciudad, una ley que amplía las licencias en las tareas de cuidado de las y los trabajadores de la Ciudad.
En el caso del gremio docente, las licencias que se incorporan al Estatuto son:
– La ampliación de la licencia para las personas no gestantes (antes, licencia parental),
-La licencia por fertilización médicamente asistida,
– Las licencias para exámenes médicos de prevención de cáncer mamario y prostático y la ampliación de licencia por violencia de género (con posibilidad de prórroga según la gravedad del caso).
Esta ley es el resultado y la conquista de lo que la unidad del feminismo y el sindicalismo plantearon como eje central en las movilizaciones del 8 de marzo en una agenda conjunta: la democratización de las tareas de cuidado que actualmente recaen principalmente sobre las espaldas de las mujeres y constituyen en su cotidianidad una segunda jornada laboral.
La modificación de la terminología de la licencia parental a la licencia para personas no gestante también da cuenta de los tiempos que corren; esto implica que la persona que no gesta puede ser un varón pero también puede ser una mujer, en caso de parejas homoparentales. De este modo, nuestro convenio colectivo de trabajo se actualiza a los debates de diversidad sexual, y no discriminación de la Comunidad LGByT, y a la Ley nacional de matrimonio igualitario sancionada en el año 2010. La licencia para personas no gestantes se amplía 15 días a partir del nacimiento del niño/a, se incorporan 30 días durante el primer año de nacimiento, puede percibir 30 días de licencia más en tanto decida transferírselos la persona gestante, y puede recurrir a 120 sin percepción de haberes, en tanto la persona no gestante así lo decidiera.
A su vez, es importante mencionar, que cada vez que una docente quería hacerse un análisis preventivo de cáncer mamario, debía tomarse una licencia 70 T (razones particulares), lo cual le generaba un descuento salarial de mil pesos, aproximadamente. Si las Campañas internacionales contra el cáncer mamario promocionan los exámenes preventivos en las mujeres, esta situación, distaba mucho de generar las condiciones para ello.
Por último, con la incorporación de la licencia por fertilización médicamente asistida, la garantía de tratamiento que le otorga a las docentes la ley nacional sancionada en el 2013, y consecuentemente las obras sociales, puede ser más efectiva en tanto las trabajadoras puedan tomarse días de reposo aquellos días de tratamientos hormonales.
Se estipula que actualmente las mujeres trabajamos 3 horas más, luego de nuestra jornada laboral formal, en tareas vinculadas al cuidado de hijos/as, de hogar y de los/as abuelos/as. Eso nos deja en un lugar de desventaja a la hora de concursar por cargos de mayor jerarquía en el sistema educativo. Ese “techo de cristal” o “piso pegajoso” genera que no sea proporcional la cantidad de mujeres que ocupan los cargos de base del sistema educativo, respecto de la que está en cargos jerárquicos. La formalización en nuestros estatutos, de la responsabilidad del cuidado tanto en las personas gestantes como no gestantes, nos ubica a las mujeres en un piso de mayor igualdad.
En un contexto en el que la situación de las mujeres trabajadoras empeorará luego de la sanción de un presupuesto de ajuste con letra del FMI, esta conquista del feminismo y del sindicalismo sienta precedente en nuestros convenios colectivos de trabajo en camino hacia condiciones de mayor igualdad de géneros.