El gobierno de la Ciudad se ha enamorado de su propia imagen y volvió a preferir los anuncios por los medios de comunicación en las publinotas en lugar de dialogar con la comunidad educativa. Es claro que, para mostrarse con iniciativa y con un lenguaje pseudopedagógico, arremete contra derechos para crear realidades que no tienen correlato con lo que vivimos a diario en las escuelas.
Ante el fracaso de las “burbujas educativas” por el rechazo de la comunidad, las fotos tan deseadas no lograron el impacto esperado. Frente a esto y, COMO FORMA DE DISCIPLINAMIENTO, vuelve a la carga con nuevos anuncios marketineros.
Rechazamos la modificación unilateral e inconsulta de la agenda educativa dispuesta por el Gobierno de la Ciudad. Estos “anuncios” televisivos y, su correlato días después en resoluciones y decretos, muestran una vez más el desconocimiento del sistema educativo agregando complicaciones al funcionamiento escolar.
El Ministerio de Educación deja en evidencia, otra vez, su falta de vinculación con docentes, estudiantes y familias tomando medidas a espaldas de una comunidad que viene haciendo enormes esfuerzos desde el mes de marzo para sostener la continuidad pedagógica en medio de la pandemia.
Además de ignorar los aspectos sanitarios y epidemiológicos, con esta decisión la ministra Soledad Acuña deja en claro que no conoce las condiciones edilicias de las escuelas. Frente a las altas temperaturas durante el mes de febrero con los techos de tinglados, la imposibilidad de prender ventiladores y aires acondicionados y los espacios reducidos se hará imposible permanecer en los establecimientos educativos. Por otro lado, los últimos días de diciembre y las dos primeras semanas de febrero se organizan los actos públicos de asignación de cargos directivos, docentes y horas cátedra fundamentales para que los estudiantes tengan docentes como también, así, mesas de exámenes.
El regreso a la presencialidad requiere de diálogo social e inversión educativa para solucionar los problemas de infraestructura escolar y cubrir los cargos docentes y no docentes imprescindibles para la nueva etapa. Para ello será necesario que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta ponga fin a la reducción constante y sostenida del presupuesto para educación y que sus funcionarios inicien un proceso de revinculación con la comunidad educativa.