Ante el hecho que hoy se dio a conocer de la docente que en 2010 fue expulsada del colegio religioso “San José de Calasanz”, del barrio de caballito, por estar embarazada la UTE le llevó su apoyo y solidaridad por lo ocurrido.
La docente Ángela Barrera que actualmente es afiliada de UTE y trabajó durante 12 años en el Instituto católico y privado y hace 4 años fue despedida después de quedar embarazada. El cura de la institución le comentó al enterarse: “Pero vos no estás casada”. Un mes después llegó a su casa el telegrama de despido.
El Gobierno porteño debe controlar a las escuelas de gestión privadas y a las de gestión pública para que no ocurran estos hechos discriminatorios de suma gravedad. Es increíble que se coarte el derecho laboral de una docente, que además trabajaba en negro, por la arbitrariedad de un sacerdote que argumentando cuestiones religiosas la dejó sin su fuente laboral.
El Estado debe estar presente en el control de lo público y lo privado para garantizar los derechos de los Ciudadanos. Por ello la UTE le reclama al gobierno de la ciudad que garantice que todas las escuelas porteñas sean libres de discriminación.