En el día de hoy, la UTE participó de la reunión convocada por las autoridades del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires a efectos de analizar el protocolo de apertura de espacios digitales en las escuelas.
Rechazamos la propuesta de presencialidad que, más allá del maquillaje del fuerte operativo comunicacional, esconde bajo la alfombra la falta de política e inversión educativa y pretende como única solución exponer a la comunidad al contagio en las semanas de picos de contagio.
Con la presencia de Manuel Vidal, Subsecretario de Carrera Docente, Damasia Beltrán, Directora de Carrera Docente y Miguel Garófalo, Subdirector de Carrera Docente en representación del Ministerio, se informó el contenido de un protocolo producido unilateralmente. Los funcionarios afirmaron que dicho documento fue entregado al Ministerio de Educación de la Nación.
El Protocolo puede sintetizarse en los siguientes puntos: la apertura de edificios escolares para el uso de espacios digitales (cinco espacios por escuela como máximo) desde la semana del 31 de agosto (8 escuelas técnicas), sumando a las escuelas secundarias a partir del 7 de septiembre y las primarias desde la semana del 14 del mismo mes. También, entre otros aspectos, se plantea la presencia de personal de conducción, un docente por espacio habilitado, más un docente facilitador de INTEC.
En el día de hoy, en el marco de la Multisectorial por la Escuela Pública, le pedimos una reunión al Ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, para que escuche nuestra posición antes de tomar una decisión con respecto a esta descabellada propuesta del gobierno de Larreta.
Es evidente que un edificio abierto no es una institución escolar donde se producen encuentros pedagógicos que están más allá de estos anuncios tecnocráticos y exagerados de la Ministra.
La Escuela son los maestros y las maestras, la comunidad educativa y esos vínculos que hoy se establecen desde el inicio del aislamiento a través de dispositivos desde las casas y por lo tanto, como venimos reclamando desde hace meses, el Gobierno debería invertir en equipamiento y conectividad para terminar con la brecha educativa.
Una vez más Larreta desconoce el grave momento epidemiológico que atraviesa la ciudad de Buenos Aires y presiona para abrir las escuelas poniendo en riesgo la salud y la vida, lo hacemos responsable de la salud de la comunidad educativa.