La UTE, en el marco de la CTA, participó hoy junto otras organizaciones sindicales, sociales, de consumidores, cooperativistas y de la pequeña empresa de la Marcha de las Velas desde el Congreso Nacional hasta el Obelisco para decir no al tarifazo.
Una vez más el pueblo argentino ganó las calles para defender sus derechos.
Al llegar al Obelisco se leyó el siguiente documento consensuado por las organizaciones convocantes:
En su primera semana de gobierno, Mauricio Macri decretó la Emergencia del Sector Eléctrico Nacional y, desde entonces hasta hoy, no sólo el cuadro tarifario de dicho sector sino el de todos los servicios públicos, sin excepción, han experimentado un aumento creciente.
Esta política del Poder Ejecutivo en lo referente a precios y tarifas de luz, gas, agua y cloacas, sumada a la liberación de los precios de los combustibles, comportan un intencional desconocimiento del papel del Estado como garante de los derechos de los usuarios. Y ello sólo puede explicarse en la determinación gubernamental de favorecer a las grandes empresas vinculadas a la oferta de servicios públicos. Es que mientras en los hogares de los jubilados, de los cesanteados, en las casas de todas y todos los que viven de su trabajo y no del trabajo ajeno, tienen que elegir entre un plato de comida o pagar la luz, los Aranguren, los Caputo, los Dujovne y todos los tienen sus capitales en las guaridas fiscales, suman ganancias y beneficios con cada aumento de tarifa.
Sin embargo, no sólo quienes viven de su sueldo padecen esta política del tarifazo. Las cooperativas, empresas recuperadas y, en general, las pequeñas y medianas unidades productivas y de servicios –que son las que emplean el mayor número de mano de obra en nuestro país- ya no pueden hacer frente a las facturas. El aumento desproporcionado del precio de los servicios impacta directamente en la estructura de costos de estas unidades de capital nacional, pero también lo hace de modo indirecto en aquellos sectores con altos eslabonamientos productivos como cemento, químicas básicas, celulosa y papel, textil, etc., provocando un efecto cascada en toda la estructura productiva.
Es por todo ello que hoy, las organizaciones convocantes a esta MARCHA DE LAS VELAS CONTRA EL TARIFAZO, exigen públicamente al gobierno nacional que:
- Las tarifas aprobadas hasta el presente no se apliquen por un año, contado a partir del 1° de enero de 2018, debiendo retrotraerse a los valores vigentes al 31 de diciembre de 2017 y que se proceda a la devolución de los importes excedentes mediante descuentos en las facturas pendientes o subsiguientes.
- Prohíba todo incremento en las tarifas de energía eléctrica, gas natural, agua potable y cloacas por el plazo de un año.
- Impida que las empresas prestatarias de dichos servicios procedan a efectuar cortes de suministro por falta de pago de las facturas correspondientes a los consumos de los años 2016 y 2017.
- Establezca que no podrá haber más de un aumento anual en los servicios mencionados; que dicho incremento se hará siempre de manera escalonada; que nunca podrá aplicarse en detrimento de la tarifa social y de todo otro régimen especial de excepción destinado a consumidores y usuarios y, sobre todo, que el incremento deba seguir, absolutamente siempre, criterios de equidad distributiva y sustentabilidad productiva, así como ser justo y accesible.
- Cumpla de modo explícito e inexcusable lo sostenido por el Comité del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, particularmente en lo referido a garantizar el derecho a una vivienda adecuada, toda vez que los gastos relacionados con dicha vivienda –para el caso los vinculados al pago de servicios esenciales- sean conmensurados con los niveles de ingreso.
Por último, las organizaciones convocantes a esta MARCHA DE LAS VELAS CONTRA EL TARIFAZO, muchas de las cuales construimos juntas las multitudinarias respuestas a la imposición gubernamental de la llamada “reforma previsional”, a la pretensión de conculcar los derechos de los trabajadores mediante la anunciada “reforma laboral” y protagonizamos la histórica movilización conjunta del 21 de febrero ppdo., nos comprometemos a persistir en esta clase de legítimas medidas de protesta hasta tanto el gobierno nacional escuche la incesante y mayoritaria demanda ciudadana que lo interpela.
No estamos dispuestos a tolerar más atropellos. No dejaremos de resistir toda y cualquier intención de conculcar los más elementales derechos del pueblo trabajador. Para nosotros, la más amplia unidad de las organizaciones libres del pueblo es ésta: la que forjamos en las calles levantando bien alto nuestras banderas comunes. Y así seguiremos. Este es nuestro compromiso.-