Macri volvió a negar la historia. Nuevamente el Presidente sinceró sus convicciones y pretendió poner en duda el carácter genocida de la última dictadura cívico militar, esta vez en una entrevista con un medio extranjero. Allí naturalizó el término “guerra sucia” y al responder acerca de los Desaparecidos sostuvo: «No tengo idea si son 9.000 o 30.000, si son los que están anotados en un muro o si son más. Es una discusión que no tiene sentido».
Las palabras del presidente Mauricio Macri vuelven a exponer una concepción negacionista de la historia, sello distintivo de su gobierno y de la fuerza política que conduce. Tan ajena le resulta al Presidente la defensa de los Derechos Humanos que, en la misma entrevista, un acto fallido lo llevó a referirse al secretario del área como “mi secretario de recursos humanos”.
Lxs docentes de la Unión de Trabajadores de la Educación le decimos que lo que carece de sentido es pretender romper el consenso social en materia de Derechos Humanos que logramos con el restablecimiento democrático, superando aun los embates de gobiernos que apostaron a la impunidad con indultos y leyes de impunidad.
No vamos a permitir que el Presidente ni ningún integrante de su gobierno intente pisotear la memoria de lxs 600 trabajadoras y trabajadores de la educación que nos arrebató la dictadura. Porque Isauro Arancibia no estaba en guerra, fue asesinado por trabajador, por gremialista, por educador.
En la sala de torturas, cuando Miguel Etchecolatz interrogaba a Alfredo Bravo, no había dos demonios, había un criminal y un Maestro. El Pozo de Banfield, donde estuvieron las y los estudiantes que militaban por el Boleto Estudiantil y por una sociedad más justa, no fue un campo de batalla. Fue uno de los espacios que eligió aquel estado criminal para torturar y ejecutar a su población civil.
Nada de eso puede ser escondido o relativizado, como tampoco pueden disimular que Etchecolatz busca sumarse a la lista de cincuenta genocidas que regresaron de la cárcel a sus casas desde que asumió Macri.
No olvidamos que su mentor comunicacional, Jaime Durán Barba, dijo risueño que “Hitler era un tipo espectacular”. Muchos medios optaron por tildar aquellas palabras como polémicas pero para nosotros fueron son y serán aberraciones que desnudan el autoritarismo que guía una concepción del ejercicio del poder.
En nuestra lucha contra el negacionismo, junto a muchos otros sectores logramos echar a Darío Lopérfido del Ministerio de Cultura de la Ciudad. Hoy nos tranquiliza saber que los Institutos de Arte ya no están bajo la órbita de alguien que planteó la línea argumental que relativiza Macri con sus declaraciones.
Hoy acompañamos en su Ronda número 2000 a las Madres de Plaza de Mayo, que son nuestras Madres. En la calle nos encontrarán cada vez que veamos una amenaza para el estado de derecho.
Buenos Aires, jueves 11 de agosto de 2016.