Hoy, martes 21 de junio, se realizó, después de dos suspensiones previas, la audiencia pública que establece la legislación porteña para tratar el aumento de la tarifa del subte. Mientras el Titular de SBASE, el macrista Juan Pablo Piccardo, informó un incremento del 66% que llevará el boleto a $ 7,50, las organizaciones de usuarios, trabajadores y legisladores rechazaron la medida.
En particular la UTE participó de la Audiencia en el Centro Cultural Gral. San Martín para denunciar las mentiras de Piccardo, sobre el “Abono Maestro” del Subterráneo.
Desde el traspaso del Subte a la Ciudad, el gobierno del PRO recortó sistemáticamente el derecho a una tarifa social para los docentes que formaba parte de los pliegos del traspaso.
Con referencia a esto el secretario gremial de UTE, Rubén Berguier, hizo uso de la palabra en la audiencia y denunció que “el gobierno porteño usa a los docentes como excusa para mostrar que existe una tarifa social vinculada al Abono Maestro. Sin embargo, ese abono fue convertido por el macrismo en una mentira, ya que, sin eliminarlo, se lo redujo hasta la insignificancia. Primero, se excluyó a los docentes de media y superior que son aproximadamente la mitad del sistema educativo. Luego, se eliminó a los interinos y suplentes, que son la mitad de los que quedaban. Y por último, se marginó del beneficio a los docentes de gestión privada, que son la mitad de los que quedaban. Esto significa que el universo de los docentes beneficiados se redujo a poco más de un 10% del total”.
La UTE exige la urgente implementación del boleto educativo para docentes, padres, madres y alumnos de la educación pública y así garantizar el derecho social a la educación de todxs. En relación a esto Berguier también denunció “la inexplicable exclusión de los estudiantes universitarios del boleto estudiantil actual”.
Por su parte Roberto Pianelli Secretario general de AGTSyP y miembro de la Mesa Nacional de la CTA planteó la necesidad de cambiar de paradigma “el transporte debe ser pensado como un derecho social y no exclusivamente como una mercancía. Porque de él depende el acceso a otros derechos como el trabajo, la educación o la salud.” Y agregó: “el transporte no es un bien que el trabajador pueda elegir consumirlo o no, puesto que en las grandes ciudades es una necesidad de cuya satisfacción depende el cumplimiento de otros derechos”.