La pelea salarial: Dudas con el ciclo lectivo 2016

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Incertidumbre en casi todo el país, a una semana del inicio de clases


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Nota – Tema del Día – Pag. 3 / 22.02.2016. Con la paritaria nacional suspendida, la negociación es provincia por provincia. Los grandes distritos, complicados. Cruces entre la Nación y los docentes.

A una semana del inicio de clases en la mayoría de las escuelas del país, el deseo de Mauricio Macri de tener un arranque sin paros, como muestra del “país normal” al que promete encaminarse, corre serios riesgos de frustrarse. Con la paritaria docente nacional en stand by, luego del casi acuerdo que se desintegró a fines de la semana pasada, la pelea salarial es provincia por provincia; y en la mayoría de los distritos, incluidos los más grandes, hay incertidumbre sobre la apertura de las aulas.
Previsibles, Gobierno y sindicatos se pasan facturas por las trabas que complicaron una situación que parecía encaminarse. “Algunos gremios quisieron agarrarse del cierre nacional para pedir más en sus provincias”, advirtió ayer a Clarín un alto funcionario de la Casa Rosada. La respuesta gremial vino de Roberto Baradel, representante de los maestros bonaerenses (SUTEBA): “Si no arrancan las clases es por responsabilidad exclusiva del Gobierno nacional”.
Vale un repaso de los últimos días para entender mejor el momento actual. A principios de la semana pasada, la Nación y los gremios docentes se acercaron a un acuerdo, que ambos promocionaron o al menos dejaron trascender con entusiasmo. Es el que contemplaba una fuerte suba -cercana al 40%- en los sueldos más bajos, para dejar el básico en $ 8.500, por encima del salario mínimo. Involucra, según el Gobierno, a apenas 55 mil docentes, sobre un total de 1,1 millón. También preveía otras mejoras, siempre para los escalones inferiores, con incrementos que superaban los 30 puntos.
La idea del Gobierno nacional, para plasmar luego los acuerdos en todo el país, era que cada provincia pusiera de su bolsillo los 25 puntos del aumento y el resto saliera a través del fondo de incentivo docente y otras compensaciones que aporta la Rosada. Pero cuando trascendieron números arriba del 30, los gobernadores plantearon su disgusto al Gobierno nacional, entendiendo que ningún sindicato docente se conformaría con 25%, más allá de los extras enviados por la Nación.
El miércoles, el tema se coló en una reunión que el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, estaba teniendo justamente con funcionarios de las provincias por la coparticipación.
El titular de Educación de la Nación, Estaban Bullrich, se metió 10 minutos en el cónclave para explicar el acuerdo con los docentes.
“En ese momento, los ministros de las provincias no dijeron nada. Pero después, empezaron las puteadas. Ahí hubo una avivada de los gremios y se durmió un poco Bullrich, que dejó instalar un número tan alto”, evaluaron desde otro despacho de la Rosada.
La revancha del Gobierno con los docentes vino a los pocos días.
“Para evitar lo que siempre pasaba, que era un cierre nacional que jodía a la provincias, ahora primero tienen que cerrar las provincias.
Como no se lo esperaban (los gremios), se enojaron”, aseguró un ministro macrista.
Bullrich insistió el viernes en que es “optimista” respecto al arranque de clases, pese a la complicación de la paritaria que debía firmar él mismo.
“No varió su pensamiento”, resumieron ayer desde su entorno ante la consulta de este diario.
En las provincias, el panorama no está nada claro. Varias fuentes coinciden en que la negociación bonaerense es la más complicada.
A una semana del inicio de clases en la mayoría de las escuelas del país, el deseo de Mauricio Macri de tener un arranque sin paros, como muestra del “país normal” al que promete encaminarse, corre serios riesgos de frustrarse. Con la paritaria docente nacional en stand by, luego del casi acuerdo que se desintegró a fines de la semana pasada, la pelea salarial es provincia por provincia; y en la mayoría de los distritos, incluidos los más grandes, hay incertidumbre sobre la apertura de las aulas.
Previsibles, Gobierno y sindicatos se pasan facturas por las trabas que complicaron una situación que parecía encaminarse. “Algunos gremios quisieron agarrarse del cierre nacional para pedir más en sus provincias”, advirtió ayer a Clarín un alto funcionario de la Casa Rosada. La respuesta gremial vino de Roberto Baradel, representante de los maestros bonaerenses (SUTEBA): “Si no arrancan las clases es por responsabilidad exclusiva del Gobierno nacional”.
Vale un repaso de los últimos días para entender mejor el momento actual. A principios de la semana pasada, la Nación y los gremios docentes se acercaron a un acuerdo, que ambos promocionaron o al menos dejaron trascender con entusiasmo. Es el que contemplaba una fuerte suba -cercana al 40%- en los sueldos más bajos, para dejar el básico en $ 8.500, por encima del salario mínimo. Involucra, según el Gobierno, a apenas 55 mil docentes, sobre un total de 1,1 millón. También preveía otras mejoras, siempre para los escalones inferiores, con incrementos que superaban los 30 puntos.
La idea del Gobierno nacional, para plasmar luego los acuerdos en todo el país, era que cada provincia pusiera de su bolsillo los 25 puntos del aumento y el resto saliera a través del fondo de incentivo docente y otras compensaciones que aporta la Rosada. Pero cuando trascendieron números arriba del 30, los gobernadores plantearon su disgusto al Gobierno nacional, entendiendo que ningún sindicato docente se conformaría con 25%, más allá de los extras enviados por la Nación.
El miércoles, el tema se coló en una reunión que el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, estaba teniendo justamente con funcionarios de las provincias por la coparticipación.
El titular de Educación de la Nación, Estaban Bullrich, se metió 10 minutos en el cónclave para explicar el acuerdo con los docentes.
“En ese momento, los ministros de las provincias no dijeron nada. Pero después, empezaron las puteadas. Ahí hubo una avivada de los gremios y se durmió un poco Bullrich, que dejó instalar un número tan alto”, evaluaron desde otro despacho de la Rosada.
La revancha del Gobierno con “El viernes hubo una reunión positiva”, se entusiasmó una fuente macrista. “Falta. Una semana es mucho”, agregó otro oficialista.
Hoy habrá contactos informales.
“No hay nada concreto. Las paritarias están paralizadas en todo el territorio”, respondió Baradel. Y apuntó a Macri: “Intentó imponer un 25% sobre una paritaria (la de cada provincia) donde no tiene potestad”.
Eduardo López, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación, se sumó: “El Gobierno rechazó su propia oferta. Un papelón.
Vamos a hacer una presentación en el Ministerio de Trabajo para que nos convoque al diálogo”.
La situación, compleja, podría salpicar incluso a un distrito emblemático para el macrismo, como el porteño, donde el PRO había logrado en los últimos años un comienzo escolar sin inconvenientes; paradójicamente, con Bullrich a la cabeza. Las nuevas autoridades señalaron que la negociación viene muy bien encaminada en la Ciudad, pero no descartan que si genera algún tipo de protesta nacional, la Capital quede absorbida y también se vea afectada.

Algunos gremios quisieron agarrarse del cierre nacional para pedir más en sus provincias” Funcionario nacional

Si no arrancan las clases es por responsabilidad exclusiva del Gobierno nacional” Roberto Baradel Ayer

Sin acuerdo. Bullrich, con los gremios docentes, la semana pasada. Al final, no firmaron.

40% La suba para el básico que se había acordado. El número asustó a las provincias.