Las comunidades educativas de distintos colegios porteños se organizan para exigir mayor inversión del Gobierno de la Ciudad en limpieza y mantenimiento para combatir ratas y alacranes. Los preocupantes casos del Huergo, la Escuela Primaria Nº 1 D.E. 12 y la Escuela Nº 16 D.E. 15.
Ratas por todas partes. Esto denuncian las comunidades educativas de distintos colegios porteños, que se encuentran movilizadas por la presencia sistemática de roedores en aulas y pasillos. El hecho más impactante ocurrió la semana pasada, cuando un estudiante de cuarto año del Huergo fue mordido por una rata y derivado al Hospital Durand. En respuesta a esta situación, las y los alumnos hicieron una asamblea y decidieron no concurrir a clases.
La magnitud de la problemática es amplia: de acuerdo con un relevamiento llevado adelante por la legisladora porteña Laura Velasco (Frente de Todos), en el último año al menos 23 establecimientos educativos denunciaron la presencia de ratas. Del lado de enfrente, si bien el Ministerio de Educación porteño realizó algunos operativos de desratización, el resultado concreto no fue el esperado. Por ello muchísimas familias vienen exigiendo la suspensión de clases en las primarias y secundarias, así como también están en campaña para juntar firmas en reclamo de mayor inversión en infraestructura escolar y mantenimiento para combatir ratas y alacranes.
Caballito, Flores y Villa Urquiza son tres de los barrios más afectados en la metrópolis porteña. La secretaria de Educación Técnica de UTE, Cristina Rubio, dijo en diálogo con El Grito del Sur que en la Escuela Técnica Nº 9 D.E. 7 «Ing. Luis Huergo» detectaron la presencia de roedores un mes antes de la mordida que podría haber terminado en tragedia: «Nuestra delegada hizo una nota solicitando la desratización correspondiente, sobre todo quejándose de la frecuencia y los lugares que se encontraban y veían estas ratas. Los alumnos también tienen filmaciones en la medida que iban descubriendo que los roedores estaban allí».
«Como se están haciendo muchos trabajos en la calle Honorio Pueyrredón, eso hace que los roedores salgan en mayor cantidad buscando espacios donde poder quedarse y no haya ruido permanente. No le tienen miedo a los humanos», agregó Rubio.
Desde UTE, a partir de la labor de CyMAT, pusieron a disposición un instructivo para desratizar escuelas, el cual implica una serie de pasos que el Gobierno de la Ciudad no viene respetando a rajatabla. «El GCBA debe entregar material explicativo sobre el procedimiento instaurado, los objetivos propuestos y los riesgos que están presentes en la situación, este material debiera ser entregado a los padres, a los docentes y a los alumnos», planteó el sindicato. Uno de los temores es que esta invasión de ratas derive en enfermedades tales como hantavirus y leptospirosis.
En la Escuela Primaria Nº 1 D.E. 12, ubicada frente a Plaza Flores, la situación también es desesperante. Días atrás, alumnas de 1er grado vieron dos ratas en el patio y luego una de ellas tomó con sus manos esta especie en el baño, en lo que fue un acto sumamente peligroso. Las familias hablaron inmediatamente con la directora, que les informó de actas y procedimientos para reforzar la limpieza aunque -según denuncian- parte de estas medidas aún no se han cumplido. En ese marco, decidieron realizar un «semaforazo» en la Avenida Rivadavia.
Gabriel Lubo, docente afiliado a Ademys que colabora con este establecimiento, señaló que allí hubo suspensión de clases durante dos días la semana pasada pero el Ministerio de Educación le pasó inasistencia a los chicos y chicas. «Las familias vienen denunciando la presencia de roedores en forma sistemática. Hubo algunas medidas paliativas muy superficiales por parte del Gobierno de la Ciudad, pero no fue una solución y los roedores volvieron. Hay todo tipo de huellas y desechos que van dejando las ratas tanto en diferentes lugares de tránsito como incluso en libros y materiales didácticos. Ninguna autoridad ministerial se acercó a la escuela para ver de primera mano la situación, no hay una respuesta de fondo y el barrio también tiene ese problema», aseguró.
El Colegio Nº 16 D.E. 15, sito en Villa Urquiza, lleva en tanto una semana entera con las clases prácticamente suspendidas en el turno vespertino. El motivo es que, debido a la presencia de ratas, sólo se puede transitar por un pequeño sector del hall. Esta invasión ha transformado la cotidianeidad de la vida escolar. «Aproximadamente en el mes de noviembre pasado, se empezaron a ver ratas en una zona del patio donde hay plantas y un pequeño jardín. La dirección hizo pedidos al área de supervisión para que tomara cartas en el asunto y realice desratizaciones, hicieron eso pero las ratas volvieron al colegio con mucha más fuerza», explicó a este medio Lisandro Rappetti, docente de la institución y afiliado a UTE.
«Se hizo otro pedido de desratización a comienzos de este año, aparentemente se cumplió pero las ratas persisten. Hoy éstas circulan por el colegio, inclusive por la mañana. En ese turno, por ejemplo, una rata cayó arriba de un escritorio en la secretaría. La peste avanzó demasiado con los peligros que eso implica», concluyó.