Buenos Aires, martes 31 de octubre de 2018.
La socióloga Fernanda Duprat, hija de una de las fundadoras de las escuelas infantiles en nuestro país que llevó a la práctica los principios de la Escuela Nueva, Hebe San Martín de Duprat, expresó su preocupación y rechazo al cierre del Lactario del Jardín Maternal del Ramos Mejía.
Fernanda escribió una carta que reproducimos a continuación donde manifiasta su preocupación por el ataque de las políticas neoliberales a los proyectos educativos para la primera infancia.
Hola muy buenos días, soy Fernanda Duprat, una de las hijas de Hebe San Martín de Duprat, educadora y militante de la educación infantil. Hace más de 10 años que vivo en Barcelona. Tengo una posición ideológica y diría técnico/ profesional tomada hace ya muchos años que plantea la necesaria intervención y planificación del Estado, por lo menos y de manera insoslayable en las aéreas de salud y educación. Soy Socióloga y pedagoga y no veo otra posibilidad para la construcción de sociedades cohesionadas
Pero más allá de mí, aquí se trata de un proyecto por el cual mamá luchó toda su vida. Desde pequeña se lo escuché decir, la prioridad en la educación pública, gratuita y universal de los niños de 0 a 3 años y más concretamente de 0 a 45 días. Mamá creía y ya lo demuestran todos los estudios, que esa etapa vital es fundamental para el desarrollo posterior de los niños. A mí me ha quedado grabado en el ADN. Y hablamos de educación de 0 a 3 con profesionales de la educación preparados para tal fin, no de la atención y cuidado de los niños. Esa fue la lucha de mi madre en educación, la profesionalización educativa de la atención a la primera infancia. Por otro lado mamá siempre trabajó y consideraba el trabajo un espacio de crecimiento. Establecer jardines maternales en los centros de trabajo, posibilitaba a las mujeres trabajar. Mamá, ya grande, peleo fuerte por la creación del Jardín maternal donde ella trabajaba (la Universidad Nacional de Lujan. Espero que allí este)
Casualmente y por motivos profesionales he visitado muchas escuelas Bressol, el equivalente a los jardines maternales de Barcelona. Son escuelas públicas, las visito y pienso en mamá cada vez. Ella soñaba con Jardines maternales para todos los niños, fue su sueño, un sueño luchado, trabajado con muchos momentos muy oscuros y claro está con encuentros maravillosos y algunos éxitos.
Aquí en Barcelona la educación de 0 a 3 es la etapa más cuidada de todo el sistema educativo, las mejores instalaciones, los mejores profesionales (4 años de estudios superiores). Nadie duda ya de su importancia en el desarrollo cognitivo de los niños. La mirada atenta de las maestras posibilita la optimización de las capacidades de los niños, la detección de posibles especificidades en su desarrollo, posibilita al mismo tiempo el diálogo con las familias, que educa y cuida. Los lineamientos educativos de las escuelas Bressol son iguales para todas las escuelas de Barcelona. Pero claro, tengo que tener cuidado con la mirada eurocéntrica.
En nuestra sociedad, con tantas desigualdades y con tantos niños y familias en situación de vulnerabilidad social, es aún más urgente que la escuela pública sea la encargada de construir la red social indispensable para que podamos hablar de integración social. No podemos dejar de atender con calidad educativa a la primera infancia, no podemos permitir que prosperen y se afiancen eso que se ha denominado “Centros de Primera Infancia”. Es una medida retrógrada, en casi ningún lugar del mundo la primera infancia queda fuera del área educativa, y muchísimo menos si el contexto socioeducativo de los niños es complejo. Estos centros además dan pie a una educación diferenciada según factores socioeconómicos y por tanto acentúan las desigualdades. Es ir para atrás.
En otro sentido los proyectos educativos de los centros educativos se construyen con el tiempo, conociendo el colectivo de familias y niños, construyéndose en equipo los profesionales que allí trabaja, arraigándose en la comunidad. Hay una historia, además de los saberes profesionales, que posibilita un proyecto educativo adecuado Cuando se cierra un jardín todo ese saber se pierde. Ese saber que tienen las maestras, las familias y en este caso el hospital.
No al cierre del lactario del Ramos Mejía!
Seguiremos dando pelea, es nuestra infancia, es mi patria.