Nuevamente los cañones contra la docencia porteña
Tras el video que se viralizó en las últimas horas, donde se ve a la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires cuestionando la formación de las y los docentes e incentivando a las familias a denunciar «la bajada de línea» en las aulas, sindicatos y estudiantes de los profesorados salieron a responderle.
La ministra Soledad Acuña participó recientemente de un ciclo de charlas organizadas por el diputado nacional Fernando Iglesias y su intervención no pasó para nada desapercibida. En un claro ataque al trabajo que desempeñan los y las docentes de la Ciudad de Buenos Aires, a quienes acusó de «elegir militar en lugar de hacer docencia», la titular de la cartera educativa porteña criticó también el carácter «sobreideologizado» y «la militancia en las aulas». Por último, reforzando su línea -ya conocida por la docencia porteña- se dedicó a cuestionar la formación docente y dijo que la pandemia posibilitó que «las familias empiecen a mirar lo que pasaba con la educación de sus hijos» e instó a que padres y madres denuncien la «bajada de línea», de la cual ella incluso contó que es víctima en la escuela primaria de su hija. La respuesta de les docentes no se hizo esperar y desde El Grito del Sur conversamos con representantes de los sindicatos y estudiantes de los profesorados para conocer su opinión sobre las declaraciones de la funcionaria.
«En el zoom que trascendió siete días después de su realización, Acuña asumió el lugar de “patrona” a quienes sus empleados deben obedecer sin cuestionar, responsabilizó a toda la docencia de la Ciudad por las falencias del sistema educativo y convocó a las familias a denunciar docentes», denunciaron desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) a través de un comunicado publicado en su página oficial. «Esto no es nuevo. Acuña viene sosteniendo una línea de confrontación muy fuerte con una docencia que se ha caracterizado por ser un sector que ha enfrentado las políticas de este gobierno, que ha enfrentado la política educativa de su Ministerio, y que no lo ha podido doblegar», expresó Jorge Adaro, secretario adjunto de ADEMYS.
En gran medida la viralización del video fue hecha de manera automática por la docencia de la Ciudad de Buenos Aires, que no dudó en repudiar inmediatamente las desafortunadas declaraciones de la ministra Acuña. El secretario adjunto de la UTE y secretario gremial de la CTERA, Eduardo López, se sumó a los cuestionamientos y expresó: «Maltratan como lo hacen con los docentes diciendo que finalmente “las clases empiezan en noviembre”, cuando en verdad las clases empezaron en marzo a distancia y en contexto de pandemia, con un gran esfuerzo y profesionalismo docente en particular y una gran participación de la comunidad educativa en general». «Maltratan como lo hicieron con los 6500 estudiantes a quienes les negaran las computadoras para que tengan que a ir a los patios escolares bajo sombrillas y expuestos ante los medios de prensa para realizar “tareas socioeducativas”. Maltratan como maltrataron a Favaloro y como maltratan hoy a los médicos y a las enfermeras, a quienes les desconocen el título y la carrera profesional y por eso hacen un paro mañana», agregó.
Les estudiantes de los profesorados, quienes protagonizaron un gran enfrentamiento contra las políticas educativas de Acuña cuando el Gobierno porteño intentó avanzar con la creación de la UniCABA, también alzaron su voz. «Es totalmente bochornoso que una funcionaria del PRO, que forma parte de quienes están en el gobierno de CABA desde hace 13 años, tenga la capacidad para salir a viva voz con tales dichos», sostuvo Nara Madonni, presidenta del Centro de Estudiantes del Normal 1. Y denunció: «Más vergonzoso aún que no tenga formación en el ámbito educativo y que hable como si conociera la realidad de las escuelas y de todo lo que sucede en ellas».
Les entrevistades coinciden en que las declaraciones de la ministra no se explican de otra forma que no sea en clave electoral y critican el uso que se hace de la comunidad educativa como plataforma política para captar la atención de buena parte del electorado oficialista en la Ciudad de Buenos Aires. López definió el accionar de Soledad Acuña como «el macrismo violento de siempre escondido en marketing político y electoral».
Asimismo plantean que no se trata de ninguna novedad, sino más bien de una estrategia ya suficientemente aceitada y conocida por docentes, estudiantes y familias de la Ciudad. «Hay una necesidad constante de querer instalar como enemigo a les docentes frente a las familias, culpándolos de todos los problemas educativos que se presentan, sin siquiera hacer una autocritica», apuntó Madonni y expuso: «Les docentes son quienes garantizan que los pibes y las pibas no sólo tengan educación, sino que puedan tener la panza llena. Son los primeros y las primeras en exigir, junto a las familias, condiciones laborales y de estudio, que sean dignas, al igual que los salarios. Son les docentes y familias quienes salen a denunciar la falta de vacantes en jardines y escuelas, en la jurisdicción más rica del país, y las miserables viandas y bolsones que entregan desde el Gobierno de la Ciudad». «Quizás lo que le molesta a la ministra, es que la docencia y las comunidades educativas visibilicen las falencias que existen producto de la mala gestión educativa», sentenció.
En el mismo sentido intervino el secretario adjunto de ADEMYS, quien aseguró que el ataque de la administración porteña se explica «porque la docencia denuncia y reclama salarios, porque se organiza junto a las familias para rechazar la vuelta a la presencialidad, porque la docencia junto a los estudiantes han sido parte de la resistencia a la UNICABA, y porque hay una docencia que no se subordina a la política y a los deseos del gobierno». Además, cuestionó los dichos sobre la ideologización de la educación y acusó a Acuña de desplegar una «campaña de persecución ideológica». «Es una falta de realidad absoluta plantear un trabajador de la educación sin un posicionamiento político-ideológico. Ella lo tiene también, nada más que parece que lo que vale es el posicionamiento de ella y el resto debe ser combatido», dijo.
«La enseñanza es política, porque busca formar a sujetos críticos, que piensen y reflexionen, que argumenten y participen en lo que crean mejor para elles y para el resto de la sociedad. Si fomentar todo lo anterior es militar, entonces seguirá sucediendo porque así está establecido en los lineamientos curriculares y porque es una posición política que decide adoptar el trabajador o la trabajadora de la educación», concluyó Madonni.