La política de ajuste del gobierno de Larreta busca nuevos horizontes en nuestras escuelas. Al ajuste en lo salarial, en infraestructura y el retiro del pan de la mesa de los niñxs le suma dos nuevas dimensiones: la disminución de la cantidad de raciones de comida en las escuelas y la desaparición de los artículos de limpieza e higiene que entregaban periódicamente.
La UTE viene denunciando que el Plan «Chau paneras» y el nuevo pliego de Comedores Escolares encubre un ajuste en la cantidad y calidad de la comida. Estas semanas, sumaron como estrategia de ajuste enviar auditorías que durante 3 días seguidos controlan el presentismo de los niñxs para ajustar la cantidad de porciones al promedio. De esta manera, en las escuelas hubo bajas de entre el 10 y el 20 por ciento de las raciones con las que normalmente se alimentaba a lxs estudiantes.
La preocupación de los directivxs y docentes no se hizo esperar, y reclamaron reiteradamente al área pertinente, recibiendo argumentos que lindan con la crueldad, como:
«Que los chicos no coman en sus casas no lo tenemos que resolver nosotros. Pásenlo a desarrollo social», o también, «Darle de repetir a los niños si sobra comida no es saludable. Por eso hay que ajustar las raciones porque se tira mucha comida» y «No está bien si el guiso lo empujaban con el pan, hay que enseñar el uso de cubiertos con niños en nivel inicial o primeros grados».
Para completar el panorama de abandono, desde junio las escuelas no están recibiendo artículos limpieza, quedando las condiciones de higiene de las escuelas a merced de las posibilidades de la Cooperadora Escolar o de los bolsillos de los equipos de conducción.
A la crueldad de retirar recursos del Estado a quienes más lo necesitan se le suma la terrible sensación de indignación que atraviesa a lxs docentes cuando le tienen que decir a un pibe hambriento a los ojos que no hay más comida.
La semana que viene la UTE denunciará esta situación en la Legislatura, en la Auditoría General y en la Asesoría Tutelar de la Ciudad.