19.11.2013. Artistas plásticos y la comunidad educativa del Colegio Isauro Arancibia, donde estudian chicos en situación de calle, volvieron a pintar el mural que fue tapado por la juventud del PRO, en un acto de «reparación a los estudiantes», según manifestó su directora, Susana Reyes.
Además, sobre la esquina de la institución, ubicada en Avenida Paseo Colón y Cochabamba, de la Ciudad de Buenos Aires, se realizó una radio abierta de la que participaron chicos de la escuela, y donde se instaló un espacio de juegos ideados por el Instituto Tiempo Libre y Recreación.
Los artistas Luis Felipe Noé, Omar Panoseti, Diego Perrota, Jorge González Perrin, Elisa O`Farrell, Ignacio Sourrille y los colectivos de muralistas Red de Sudakas y Carpani, pintaron con los jóvenes un mural que abarca la ochava en donde se había realizado el primero que fue tapado y el resto de las paredes del edificio.
Pablo, un estudiante del Arancibia que cursa desde hace un mes y medio el tercer ciclo, dijo a Télam que «este mural representa la escuela, que es un lugar que vale la pena y vale mucho el esfuerzo nuestro. Hay palabras que a veces no me salen pero pintar esto nos representa a los chicos de la calle».
El joven, que según relató pedía en la calle desde pequeño hasta que conoció a una mujer que le tramitó el DNI y lo puso en contacto con una asistente social que le propuso ir al Arancibia, dijo que le dolió que taparan el mural con una pintada partidaria «porque este es un colegio en donde se estudia y además vienen chicos a comer».
Para, Susana Reyes la actividad «es una reparación a los estudiantes, porque este mural se relaciona con la dictadura, porque llevamos el nombre de un maestro asesinado y también porque los pibes en situación de calle son consecuencia de ese plan económico que se implementó en esos años y se reforzó en los `90».
«Recién ahora se está recuperando la memoria de todo esto y entonces, cuando ellos hacen un mural que después es tapado parece que les hubieran tapado la boca, los hubiesen invisibilizado; pero con este acto saben que no están solos, que son escuchados y que tienen un montón de amigos que están con ellos para que puedan ejercer su derecho a la expresión y la palabra», manifestó.
En un sector de la pared que da a Paseo Colón, Diego Perrota, uno de los artistas plásticos que acompañó la tarea, pintaba, junto con algunos alumnos del Arancibia, dos cuerpos con guantes de boxeadores «porque representan los luchadores de la vida», que claman por «justicia social, que es lo que acá la gente pide».
«Estoy contento de estar acá convocado por profesores del colegio, y me gustó la idea de trabajar con consignas junto a los estudiantes. Como artista me parecía interesante participar mediante la obra para dejar un mensaje a la sociedad entera», reivindicó.
En el lugar también se convocaron padres, militantes de organizaciones sociales y gremios docentes.
En este ámbito, Eduardo López, secretario General de UTE-Ctera, reflexionó: «Siempre vamos a participar en actividades que respeten el derechos de los jóvenes de expresarse libremente, porque no van a tapar con cal la memoria del Arancibia».