Por Ricardo Braginski
27.02.2014. En el día que originalmente tenían que empezar las clases en la ciudad de Buenos Aires –el 26 de febrero– quienes volvieron a sus pupitres fueron los legisladores porteños. Convocada en forma especial por la oposición, los legisladores se reunieron, por primera vez este año, en una sesión cuyo objetivo fue tratar la crisis de vacantes en la escuela pública desatada a partir de la implementación del sistema de inscripción online. Los diputados de la oposición querían aprobar diversos pedidos de informes así como la interpelación del ministro Esteban Bullrich. Pero como se trataba de una sesión extraordinario, debían llegar a dos tercios del quórum, y no lo lograron.
Los diputados debatieron, con encendidos discursos, durante casi cinco horas. La inscripción online fue desarrollado por el Gobierno porteño con el objetivo de “transparentar” la selección de los alumnos. Sin embargo, fallas en el sistema y un mayor número de inscriptos que lo provisto (unos 73.000, según el Ministerio de Educación) generaron la crisis de vacantes: chicos de entre 45 días y 3 años se quedaron sin acceso a la escuela pública, y otros alumnos no pudieron ingresar a las escuelas que habían solicitado.
Para cubrir estas falencia, el Gobierno rápidamente comenzó a construir nuevas aulas con el sistema de durlock. Pero desataron nuevas protestas.
Maximiliano Ferraro (de UNEN) dijo a Clarín que la sesión de ayer fue un logro para la oposición porque lograron “visibilizar la crisis de la educación en la ciudad”. Otros legisladores acusaron al Gobierno de no defender la escuela pública y contribuir a la expansión de la educación privada. Bullrich aseguró que irá a la Legislatrua en la segunda quincena de marzo.
En tanto, diversos gremios y agrupaciones políticas convocaron a una protesta frente a la Legislatura. Eduardo López, secretario general de la UTE, explicó a Clarín que están organizando un sitio en Internet para que la misma gente cuente en qué escuelas hay vacantes. Proponen, también, que los edificios vacíos, que son producto de herencias, se usen como jardines de infantes.