Insólito planteo de las escuelas privadas por recorte de subsidios

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06.04.2013. El gobierno de la Ciudad decidió reducir los aportes en los colegios que representan el 52% del sistema educativo. La entidad que agrupa a los dueños de los establecimientos amenaza con implementar grandes aumentos en cuotas.

Por: Diego Igal

Los colegios de matrícula paga de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron ayer a meter presión pública para evitar la poda a los subsidios del Ministerio de Educación Pública y advirtieron que no sólo las cuotas podrían aumentar por encima del 26% ya autorizado, sino que peligra la continuidad de algunas instituciones y las fuentes laborales de docentes. El último martes 26, antes de Semana Santa, los dos feriados posteriores y el vendaval que azotó decenas de barrios porteños, el conjunto de asociaciones que representan a las escuelas e institutos privados presentaron un pedido de audiencia al jefe de gobierno Mauricio Macri al considerar agotado el diálogo con el titular de la cartera educativa Esteban Bullrich. Alfredo Fernández, de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas, reveló a Tiempo Argentino que en la última reunión con Bullrich les habría dicho «que el ajuste lo pague la gente», luego de explicarle que la decisión de ajustar los aportes era por «un escenario de inflación elevado y un presupuesto ajustado». 

Las instituciones de matrícula paga representan el 52% del sistema educativo porteño, de las cuales la mitad recibe ayuda estatal. Fernández consideró que sufren un «ajuste casi salvaje que ha llevado a cabo el gobierno de la ciudad intentado llegar a 200 millones de pesos producto del mal cálculo cuando se plantearon los aumentos a los docentes. Había una orden para evitar los paros, pero Bullrich se pasó». 

Mientras desde la cartera educativa confirmaron que se trabaja en una revisión de la ayuda, Fernández insistió que la quita podría repercutir negativamente en muchas instituciones cuyo volumen no supo precisar porque dependerá del porcentaje de poda y de «que los padres puedan pagar». «La educación privada no es de elite en la ciudad ni en la Argentina. Hay un 3 o 4% que puede serlo, pero el más grande no», destacó. Además de pedir audiencia con Macri –»creemos que no está enterado de esto», confió Fernández–, las entidades comenzaron una campaña en la que buscarán involucrar a los padres en el malestar con la amenaza de un incremento de cuota brutal. «Los padres que mandan a la escuela privada pagan dos veces. Una a través de los impuestos y la otra con la cuota. El subsidio no es un dádiva.»

El directivo incluso se permitió aventurar «muchas preguntas que no tienen respuesta: ¿Se pretende con esta medida hacer cargar a la educación con el incremento presupuestario que le generó a la Ciudad el traspaso de los Subtes? ¿Los incrementos salariales otorgados no estaban suficientemente evaluados y ahora se hace necesario ajustar por cualquier lado? ¿Es justo que las familias que realizan fuertes sacrificios para brindar a sus hijos una educación acorde con sus convicciones tengan que compensar desde sus salarios la falta de previsión presupuestaria?»

Desde la filial porteña del Sindicato Argentino de Docentes Privados dijeron a este diario que no opinarían del «destino y la cantidad de subsidios», pero sí celebrarían un plan general de revisión de los aportes. «Escuelas de comunidades con alto poder adquisitivo que reciben aporte estatal conviven con instituciones atendiendo a poblaciones vulnerables y en las que el aporte recibido, aun en el caso del 100%, no alcanza para atender todo lo necesario. Estas son las situaciones que merecen al menos una profunda revisión en el sistema de aportes organizado en la Dirección General de Educación de Gestión Privada para optimizar recursos y dar un paso concreto hacia la justicia social», señalaron.

No obstante, desde la entidad manifestaron un «profundo y sincero rechazo a los recortes/ ajustes de aportes». «Los rechazamos en primer lugar por improvisados, caprichosos e injustos. Expresamos nuestra disconformidad porque los mismos no son fruto de una exhaustiva revisión como nuestro sistema educativo se merece. Lo rechazamos, también, porque aunque no debería  atenta contra la estabilidad laboral de muchas compañeras y compañeros docentes de nuestra ciudad. Desde SADOP Capital Federal estamos en alerta y movilización para seguir defendiendo los puestos de trabajo de todos los docentes privados sin olvidar que más de la mitad de alumnos y alumnas de la Ciudad concurren a las escuelas públicas de gestión privada.» 

Eduardo López, secretario general de UTE-CTERA, uno de los sindicatos que pidió control sobre los subsidios en la última paritaria, opinó que los dueños de los colegios no deberían «ni poner la mano en el bolsillo a las familias ni a los docentes, sino reducir el margen de ganancia». «Estas escuelas son privadas para echar docentes que no les gustan y para dejar afuera a alumnos que no pagan la cuota. Pero son los primeros estatistas para ir a reclamar los subsidios que pagamos todos», agregó. «

 

 

Apoyos

«El gobierno subsidia escuelas privadas en zonas donde las públicas tienen vacantes y por eso no deberían recibir aporte.»

Dalile Antúnez 

Coordinadora del área Igualdad Educativa de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ)

 

«Es acertada esta iniciativa. Seguimos reclamando un mayor control sobre los subsidios y una ley que los regule. Ante los dichos de las entidades privadas sobre que peligra el trabajo de miles de docentes, les decimos que esto no es así, que ya cobran cuotas muy altas que les alcanzan para suplir la rebaja del subsidio y que en las escuelas públicas faltan docentes y los esperamos con los brazos abiertos.»

Laura García Tuñón 

Diputada Buenos Aires para Todos

Estos empresarios no abrieron la boca el año pasado cuando se cerraron más de 100 cursos de la educación pública.»

Eduardo López

secretario general de UTE-CTERA