La comunidad educativa despide con profundo dolor a nuestra querida compañera Susana Dieguez.
Enorme militante, fundadora de la Agrupación Celeste de la ciudad de Buenos Aires y protagonista de primer orden en la construcción de nuestra organización sindical y de la CTERA.
Su amor por el pueblo y su indestructible convicción política la llevaron a enfrentarse con la Dictadura genocida habiendo padecido en primera persona, las atrocidades de ese régimen de oprobio.
Sobrevivió abrazada a la ilusión de que era posible construir una patria para todos y todas y de que los compañeros y compañeras trajadorxs de la educación debían darse una organización en unidad y con solidaridad.
Por eso, el retorno de la democracia la encontró de lleno en esa tarea y, siendo varias veces conducción de la ya histórica Unión de Maestros Primarios, participó activamente de las luchas que se libraron en el marco de la sindicalización de las maestras y profesoras de la ciudad.
En el murmullo de la Marcha Blanca, entre miles de voces, se distingue aún la palabra de Susana, su prédica incansable, sus canciones de lucha y esperanza.
Su prédica política y sindical anida en el corazón de quienes hoy llevamos adelante nuestro sindicato.
La Unión de trabajadores de la Educación tiene la impronta de aquellas compañeras que, como Susana, la soñaron y la parieron para luchar por una sociedad mejor, por una Patria Justa, Libre y Soberana.
¡¡¡¡Hasta la Victoria Siempre Compañera Susana!!!!