Invierno y ventilación cruzada. Es una ecuación difícil de implementar y la que exige mantener las clases presenciales en las aulas. Este se ha vuelto el núcleo del actual reclamo de los docentes porteños, que siguen pidiendo el pase a la virtualidad. Este miércoles 23 de junio, la demanda se expresó con una manifestación en la puerta del Ministerio de Educación de CABA. Alrededor de un centenar de maestros realizaron un frazadazo. “Con frío no se puede estudiar”, era la consigna de la protesta contra la presencialidad.
“Estamos denunciando la falta de garantías para asegurar la calefacción en las escuelas. Se están viviendo épocas de mucho frío dentro de las aulas, más incluso del que hace afuera. Y estamos registrando una gran cantidad de escuelas que no pueden garantizar calefacción, en muchos casos por falta de pago de facturas de Metrogas, por parte del Gobierno de la Ciudad, y en otros, por falta de mantenimiento”, declaró Pablo Francisco, secretario de Condiciones de Trabajo de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
La protesta se realizó frente a la sede del Ministerio en la Villa 31 de Retiro. Participaron varios docentes del barrio, que ya venían organizando otras formas de canalizar el mismo reclamo.
Una de las ideas que fuentes del sindicato le contaron a Diario Z fue la de acordar un nivel de temperatura debajo del cual se implemente el paso a la virtualidad. La propuesta es que por debajo de los 10 grados se suspenda la presencialidad por la dificultad de mantener la ventilación cruzada con esas temperaturas.
La secretaria general de UTE-Ctera, Ángélica Graciano, por su parte, le dijo a la agencia Télam: “Con este frío, con la tasas de incidencia de nuevos positivo de Covid muy por encima de los límites marcados por el Consejo Federal de Educación, y la nula inversión en infraestructura por parte del Gobierno de la Ciudad, no se puede estudiar”.
La tasa de incidencia acordada por el Consejo Federal era de 250 nuevos casos cada 100 mil habitantes cada 7 días. Ese indicador está reflejado en la ley que el gobierno nacional envío al Congreso. Esto implica que la Ciudad debería tener menos de 1000 positivos diarios para estar dentro del margen. El último reporte dio 1.251 y el promedio de la semana pasada se ubicó en 1.600, según el propio Fernán Quirós.
“Por eso continuamos exigiendo el pase a la virtualidad-remarcó Graciano-. Es para cuidar la salud de estudiantes y docentes, junto a dispositivos y conectividad para sostener el vínculo pedagógico a distancia”.