21.12.2013. Una nena egresó de un jardín y le negaron un lugar en la escuela primaria. La Justicia le dio cinco días al Gobierno de la Ciudad para anotarla. Es uno de los cientos de amparos presentados por el gremio docente. Protesta de padres en el Ministerio de Educación.
Padres y docentes se vienen movilizando por las irregularidades en la inscripción por Internet.
Imagen: Sandra Cartasso.
La Justicia porteña ordenó al Gobierno de la Ciudad que anote en forma “urgente” a una niña, egresada de un jardín de infantes, en una escuela primaria que le había negado la vacante. Se trata del primer fallo judicial vinculado con las irregularidades generadas por el sistema on line de inscripción dispuesto por el gobierno porteño. Ayer, un grupo de padres tomó pacíficamente el hall de entrada del ministerio, en reclamo de una reunión con el ministro Esteban Bullrich.
El Juzgado Contencioso Administrativo 15 ordenó al gobierno porteño que en el término de cinco días trámite la inscripción solicitada por una familia para su hija que egresó del Jardín de Infantes La Veleta de Caballito para entrar a primer grado de la Escuela 20.
El recurso de amparo había sido presentado por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), que inició acciones judiciales puntuales y coactivas “frente al fracaso del sistema de inscripción ideado por el macrismo para asignar vacantes en todos los niveles del sistema educativo de la Ciudad”, indicó el sindicato. “Esperamos que, pasado el plazo fijado por el juez, se le otorgue la vacante y continuamos alertas y movilizados para que nadie que decide optar por la escuela pública se quede afuera”, dijo el secretario general de UTE, Eduardo López.
El sindicalista dijo que hoy a las 17 instalarán una mesa en la Villa 21 de Barracas para recolectar los nombres de los chicos que no tienen vacantes en ese asentamiento y llevarlos a la Defensoría General de la Ciudad. “En la Villa 21 hay muchísimos chicos que no tienen vacantes pese a que en muchos casos se anotaron por Internet luego de que los padres concurrieran a locutorios para acceder a una computadora, donde le cobraban hasta cien pesos por el trámite”, destacó López.
El jueves próximo, el juez en lo Contencioso Administrativo Osvaldo Otheguy recibirá en una audiencia pública a todas la partes, luego del amparo colectivo presentado por la Defensoría General de la Ciudad y UTE. El magistrado adelantó que no habilitará para ese fin un lugar espacioso y no se permitirá el acceso a los medios.
Otheguy había rechazado a principios del mes pasado dos recursos similares presentados por la Defensoría con el argumento de que con los elementos que tenía no encontraba ilegitimidad en la puesta en marcha del sistema on line.
Norberto Ares, supervisor del distrito escolar 11, advirtió que “quedan pocos días para que termine el año, seguramente en febrero del año próximo no habrá una definición aún, esperemos que en la audiencia el juez se convenza de que existe un zafarrancho muy grande”. Ares puntualizó que “hay gente que no sabe la situación en la que está su hijo, hay otras que vienen con un papelito del Gobierno de la Ciudad diciendo que está inscripta en un colegio, pero en el listado de esa escuela no figura, por lo que en febrero del año próximo se verá la misma situación que ahora”.
En el marco de las protestas de padres y docentes generadas por la situación, ayer un grupo de manifestantes entró con bombos y pancartas al edificio de la cartera educativa porteña y exigió ser recibido por el ministro Esteban Bullrich, para que explique las fallas del sistema y garantice las vacantes para sus hijos.
Marcelo, un administrativo que vive en Monte Castro y quiso inscribir en el jardín a su hijo Mateo, contó que “con mi esposa estuvimos más de un mes tratando de que el sistema on line le diera una vacante a mi hijo, lo hizo la semana pasada, pero lo puso en una escuela de Caballito, a más de 60 cuadras de casa”. “Esto es una locura, lo que pedimos es que se haga algo ordenado, aunque sea a mano”, concluyó.
Carlos Oroz, secretario general de Ademys, recalcó que “el gobierno porteño volvió a exhibir su desdén por la educación pública, todos sabían que este sistema iba a colapsar como pasó y ahora eso lo pagan más de 3500 chicos que no tienen vacantes”.