La Nación – Nota – Política – Pag. 11 /19.02.2016. El ministro de Educación es optimista acerca de que se puedan iniciar las clases; acusó a los gremios de utilizar políticamente su oferta.
Jaime Rosemberg
Se trata de una manipulación», repite una y otra vez el ministro de Educación, Esteban Bullrich, mientras se acomoda en una amplia mesa, en el despacho que el secretario de Medios, Jorge Grecco, tiene en la planta baja de la Casa Rosada.
A media tarde de ayer, y con las huellas de tensión que la negociación permanente con los gremios docentes dejó en su rostro, el ministro explicó a LA NACION los alcances de su propuesta, que generó no poco desagrado en mandatarios provinciales con los que se cruzó y a los que dio explicaciones, antes y después del anuncio presidencial sobre el aumento del piso para el pago del impuesto a las ganancias.
«¿Yo, el hombre del momento? Noooo, con todo lo que se anunció hoy», niega el ministro con una sonrisa, y relativiza la inesperada derivación que su sorpresiva propuesta provocó en propios y ajenos.
Durante el diálogo con LA NACION, el ministro intentó demostrar que nunca prometió el 40 por ciento de aumento que los gremios a nivel nacional festejaron como un logro antes de que el propio ministro saliera a relativizar esa cifra.
Negará que su iniciativa para lograr un rápido acuerdo haya complicado los planes de la gobernadora María Eugenia Vidal en relación con la paritaria bonaerense. Y desafiará a los mandatarios provinciales peronistas y no peronistas de todo el país a que «ahora apuren la paritaria ellos. Nosotros ya hicimos el gesto que teníamos que hacer».
-¿Por qué tanta confusión sobre el aumento que efectivamente usted propuso?
-Es evidente que se trata de una manipulación por parte de los gremios. El acta que propusimos, y que todavía no está firmada, establece que los docentes pasen a ganar el 20 por ciento más que el salario mínimo vital y móvil. El 25 por ciento de aumento, más el 15 del fondo de incentivo docente, lo cobran sólo 55.000 docentes, sólo un cinco por ciento del total del país, que son los maestros con salarios más bajos. Con el fondo de compensación el Gobierno ayuda a los gobernadores a llegar a pagar los salarios, y además en las medidas que el Presidente anunció hoy (Ganancias y asignaciones familiares) se vuelve a beneficiar a los docentes, porque la mayoría son mujeres y sólo uno de los dos integrantes de cada pareja debe tributar.
-Entonces ¿habló o no habló de 40 por ciento?
-Si se suma el 25 por ciento que ponen las provincias a los 500 pesos que nos comprometimos a pagar como fondo de incentivo nos da alrededor de un 32 por ciento. Después, si los gremios salen a decir que nos torcieron el brazo y lograron el 40 es otra cosa.
-¿Consultó con el ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, antes de negociar?
-Sí, lo hablamos, pero la idea era resaltar el 25 por ciento, no el 15, que, repito, se les dio a poquísimos docentes.
-La gobernadora María Eugenia Vidal tuvo que suspender su negociación paritaria con los docentes, en parte esperando la negociación nacional. ¿La complicó?
-No. O por lo menos no está más complicada que lo que estaba antes de todo esto.
-¿Hubo un error de comunicación, entonces?
-No, creo que lo que hubo es una intención de salir de esto, de salir (repite), de evitar estar sujetos a la negociación permanente y poder empezar a hablar de la educación en el país. Pero también hubo un intento de utilización con intencionalidad política evidente.
-¿Cómo sigue entonces la negociación después de estos contratiempos?
-Con los gobernadores hicimos un gesto, esperamos que ahora ellos empiecen a cerrar paritarias en sus provincias, creo que es lo que corresponde. Además, los gremios estaban de acuerdo, mirá (muestra en su celular a Eduardo López, secretario de UTE, explicando que el aumento es del 25 por ciento más el incentivo docente).
-¿Puede prometer que empiezan las clases en tiempo y forma, entonces?
-Sí. Soy optimista.