La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera) rechazó el sistema de vouchers que propuso el candidato a presidente, Javier Milei, para la educación argentina. En ese marco se expresó la secretaria general de UTE-Ctera quien advirtió que “una vez más sale la derecha con espejitos de colores prometiendo cosas que luego no se van a realizar”.
Angélica Graciano argumentó que, tomando como base estudios sobre los países en los que se ha aplicado como Chile y Suecia, “no está probado que ese sistema mejore la calidad educativa ni garantice un salto cualitativo”.
Por otro lado, advirtió que termina siendo “el mercado” el que “le pone precio a la escuela pública” y ello permite que «con esta gestión del Estado pueden hacer diferencias millonarias”.
La docente lamentó que, a través de esta propuesta, “hay un propósito de conquistar a docentes y estudiantes ya no como sujetos de derechos sino como clientes de empresas que van a elegir y tener que estudiar las propuestas de cada escuela como si fueran propuestas mercantiles”.
“Hay que tener cuidado con este canto de sirenas porque está en juego la tradición de Argentina en la escuela pública y la cobertura integral que tiene la escuela en todo el país”.
La dirigente gremial explicó que “la calidad de la educación depende de otras variables como la entrega de libros, computadoras, mejores condiciones de aulas, sillas, evaluación de los campos de conocimiento”, entre otras.
“Nosotros en la ciudad de Buenos Aires sabemos bien lo que son 16 años de neoliberalismo en educación”, remarcó Graciano, “que no garantiza derechos sino que hace un mantenimiento maquillado” del sistema educativo.
Por último, la secretaria gremial defendió el rol de la escuela “que construye puentes entre unos y otros para una comunidad de todos” y admitió que “tenemos un gran debate por delante para garantizar una democracia plena y participativa para que nuestros estudiantes tengan un futuro mejor”.
La financiación educativa del voucher consiste en lo siguiente: el Estado entrega a los padres una cantidad de dinero por cada hijo en edad escolar, y con el que se abonarán los gastos del centro educativo donde aquellos eligiesen matricularlo, según su conveniencia particular, durante un periodo determinado por año escolar o semestre.
Para Milei, «con el mecanismo de vouchers se crea competencia, entonces aquellas instituciones que lo hagan mejor van a tener mayor afluencia de alumnos» y «las instituciones que quiebren van a quedar en manos de las que queden en expansión, y es un círculo que genera mejor calidad educativa».
Es que para el candidato libertario «la educación puede ser de gestión estatal o privada pero nada es gratis, alguien lo tiene que pagar».
LLA estableció en su programa de gobierno que «el modelo del subsidio a la oferta no ha funcionado, ya que la mayoría de los argentinos quieren huir del sistema público hacia el sistema privado», por lo que las escuelas públicas «funcionan más como comedores que como centro de formación».
Según el relevamiento del Indec de 2021, en el país hay más de 11 millones de estudiantes, de los cuales más de 8 millones asisten a la educación pública, mientras que 3 millones acuden a la privada.
Pero un estudio de la fundación Argentinos por la Educación reveló que, entre 2018 y 2022, más 120 mil alumnos abandonaron la educación privada para asistir a la pública.
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