Hoy llegó por mail una encuesta a lxs docentes de CABA para responder preguntas relacionadas con la inclusión, en la que se menciona si en el aula suelen presentarse situaciones de violencia, trastornos del desarrollo, desafíos de la regulación conductual, situaciones de vulneración de derechos, entornos familiares vulnerables, entre otras. Además, se consulta sobre si se tuvo que intervenir, la proporción de estudiantes que presentan esas situaciones, etc.
Avanzando en la encuesta nos encontramos con una sugerencia para “formarnos para la educación inclusiva», aludiendo a que “se requiere el fortalecimiento de diversas capacidades, adoptar modos de organización de clases y de acompañar a ciertos estudiantes, etc”, para lo que se propone elegir la temática de la formación que preferiríamos, ya que esto es necesario “para mejorar las condiciones de enseñanza y aprendizaje para una educación inclusiva en las escuelas”
Desde la UTE consideramos que no es exclusivamente con capacitación y formación docente que se garantiza el derecho a la educación e inclusión de nuestrxs estudiantes, si no con real y seria inversión en el sistema educativo, como lo venimos sosteniendo y reclamando hace tiempo. A saber: parejas pedagógicas, más cargos de educación especial que trabajen en las escuelas, plena vigencia de las escuelas de educación especial, preceptores en primaria, celadores de comedor, tiempo de planificación colectiva en horario laboral para abordar en conjunto la diversidad de trayectorias, más equipos de Orientación Escolar cada menos cantidad de escuelas, articulación con los CESAC (y no su desmantelamiento), funcionamiento correcto del sistema de Protección de derechos de menores, etc.
Garantizar la escolaridad, el aprendizaje, el clima adecuado de trabajo, óptimas condiciones de enseñar y aprender en las escuelas deben estar en manos del Estado, planificando en conjunto con los y las trabajadoras de la educación las necesarias transformaciones que necesita la escuela hoy.
Que las políticas educativas sean consensuadas en mesas de trabajo con la participación de lxs diversos actores que están todos los días en las escuelas, no a través de encuestas cerradas donde las opciones se circunscriben a elegir el contenido de una capacitación
La única forma es destinando un mayor presupuesto a las escuelas públicas.