Compartimos la lectura realizada por las familias del DE 9:
Con las niñas y los niños ¡NO! Con los docentes ¡tampoco!
Porque defendemos el derecho de los niños/as a ser escuchados; y también a la docencia cuando se la estigmatiza, avasalla y persigue para desprestigiar la Profesión.
Las familias de niñas y niños de la Ciudad de Buenos Aires estamos atravesando un tiempo delicado para educar a nuestras/os hijas/os en paz y con la alegría que nos da verles crecer en las escuelas con sus compañeritas/os y en comunidad.
Nos preocupan las situaciones de violencia en las que quedan en medio de un clima hostil de maltrato y de sospecha permanente hacia sus docentes, que no son ni más ni menos que trabajadoras/es como todas y todos nosotros. Se trata de situaciones que amenazan la construcción de vínculos y la educación de nuestras/os hijas/os como proyecto común y democrático.
Nos preguntamos ¿qué hay detrás de estos procedimientos que debieran tener como prioridad el cuidado de las niñeces y sin embargo las revictimizan? Nos desvelamos pensando ¿A quién podremos confiar nuestras/os hijes si todo está bajo sospecha? Nos angustiamos al ver cómo los medios de comunicación utilizan estas noticas y montan show para hablar de cuidado con insistencia inusitada y no tienen la misma actitud para hacerse eco del descuido en los edificios, la oferta plena de vacantes, la alimentación saludable o cuando exigimos revalorizar los temas enseñados desde la primera infancia, los valores, la socializacion, el respeto mutuo y los acuerdos de convivencia, la educación sexual integral, etc, y tantos otros temas que hacen al derecho de nuestras hijas e hijos a la educación y al acercamiento a la cultura desde que nacen.
Exigimos que se garanticen procesos judiciales dignos donde se investigue con eficacia y celeridad siempre en un marco donde la prioridad sea el respeto de los derechos de niños y niñas, y de los trabajadores en su conjunto que ven vulnerado su derecho laboral, su derecho a ejercer el rol docente en condiciones optimas, sin transformar los espacios de enseñanza en un reality sensacionalista. Entendiendo cada etapa del trayecto educativo, como tiempo vital de las y los alumnas/os que asumen en forma progresiva la autonomía, hasta alcanzarla totalmente en el ámbito público.
Cuidar a las infancias implica cuidar a quienes les cuidan y enseñan.
Las escuelas son territorios de paz , de cuidado, de solidaridad y respeto.