04.10.2012. En una audiencia convocada por la Justicia, los estudiantes plantearon sus reclamos al ministro. La jueza dispuso un cuarto intermedio hasta mañana. Ambas partes deberán llevar propuestas por escrito. Ya son 56 las escuelas tomadas.
Con diálogo pero sin acuerdo, ayer se llevó a cabo la reunión que ordenó la Justicia porteña entre el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y los estudiantes que participan en las tomas de escuelas secundarias. La jueza Elena Liberatori dispuso un cuarto intermedio hasta mañana, después de lo cual ambas partes deberán presentar propuestas por escrito “para la mejora del diálogo”, según especifica un acta labrada por la magistrada. En ese documento, el tribunal “exhorta a los estudiantes al levantamiento de las tomas”, lo que, sin embargo, no es un condicionamiento para continuar el diálogo. La Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB) adelantó que las tomas seguirán al menos hasta hoy, cuando realizarán una marcha hasta el ministerio porteño.
Por primera vez en 18 días de toma, los estudiantes y la plana mayor del Ministerio de Educación porteño estuvieron frente a frente. “No hubo acuerdo porque no hay predisposición de apertura física de las puertas del ministerio”, apuntó ante la prensa el defensor general adjunto de la Ciudad, Roberto Gallardo, en las puertas del juzgado.
Participaron de la audiencia convocada por Liberatori, los estudiantes, el gabinete completo de Bullrich, los legisladores Roberto Ruanova, Francisco Nenna y María José Lubertino; el secretario general de UTE, Eduardo López, y el defensor general, Mario Kestelboim. Gallardo explicó que el fin del encuentro, suspendido hasta mañana a las 11, es “abrir puertas” para armar mesas de trabajo por especialidad en las que se analice qué hacer respecto de las currículas con las que se debe cumplir para lograr la homologación de títulos a nivel nacional.
“Intentamos mirar hacia el futuro para plantear metodologías de diálogo”, dijo a Página/12 Kestelboim. El funcionario aseguró que si ambas partes “se comprometen”, entonces, se pautarán nuevos encuentros que tendrán veedores judiciales para que “verifiquen que el diálogo se establece en un marco de normalidad”, señaló.
Las versiones de quienes participaron coinciden en un dejo de molestia por no haber dado un paso más en la resolución del conflicto que ya cuenta con 56 escuelas tomadas. Pese a eso, Anahí Maschio, de la Julio Cortázar, lo catalogó como una “victoria” porque “después de tantas movilizaciones, (Bullrich) tuvo que juntarse”.
Según relató Kestelboim, durante más de dos horas, en que las partes hablaron “respetuosamente”, Bullrich “insistió con que el diálogo siempre existió, incluso durante las tomas”, en referencia a las jornadas informativas pautadas por región hace pocos días, con personal de dirección y supervisión. A ese planteo, los más de 50 chicos que asistieron en representación de las escuelas retrucaron: “No queremos reuniones en esos términos, queremos que se suspendan los programas y que las jornadas institucionales sean vinculantes, democráticas y participativas”, insistió Anahí Maschio.
Según pudo reconstruir este diario, los estudiantes dejaron sin respuestas a los funcionarios cuando expusieron la situación de la escuela técnica Nº 35. “Aquí se aplica el plan piloto en el área de Computación y el turno noche tiene horario de ingreso a las 16, por lo que muchos estudiantes que trabajan no pueden asistir. Bullrich no supo qué decir”, contó Tomás, estudiante de esa escuela. “Nos sacan horas de materias técnicas y agregan 364 horas de materias humanísticas, usan como techo el mínimo de horas dispuesto por el Consejo Federal, lo interpretan mal”, afirmó el estudiante.
A la salida de los Tribunales, Bullrich, sin hacer declaraciones, se subió a su auto. Más tarde, desde el ministerio, enviaron un comunicado donde resaltan el pedido de Liberatori para que los estudiantes evalúen el levantamiento de las tomas. “Es un exceso pedir que, sin nada, los chicos levanten la medida”, opinó Kestelboim. Según comentó, Bullrich pretendió imponer el levantamiento de las tomas para continuar dialogando. “No son tan masoquistas los chicos, me da la sensación de que si la mesa de trabajo se constituyen, van a levantarlas”, estimó.
Informe: Carla Perelló.