Al cumplirse diez años del fallecimiento del maestro Alfredo Bravo, CTERA, en el marco del festejo de sus 40 años, realizó un homenaje al querido compañero.
En el acto hicieron uso de la palabra Hugo Yasky, Sec. General de la CTA de los Argentinos, Stella Maldonado, Secretaria General de CTERA y Rogelio De Leonardi, Secretario de Derechos Humanos de CTERA.
Estuvieron presentes miembros de la Junta Ejecutiva de CTERA, dirigentes de la CTA Nacional y Ciudad de Buenos Aires, delegaciones docentes del interior del país, compañeras y compañeros de ruta de Alfredo, el Senador Daniel Filmus, las Diputadas Nacionales Mara Brawer y Carmen Nebreda, la Legisladora de la Ciudad Delia Bisutti.
También participaron las pedagogas Alejandra Birgin, Ana Lorenzo, Patricia Redondo y la periodista Silvia Bacher.
Enviaron su adhesión el Diputado Nacional Jorge Rivas, el Ministro de Educación Alberto Sileoni, los legisladores de la Ciudad Francisco Nenna, María Elena Naddeo y Edgardo Form.
La actividad fue declarada de interés General por la Cámara de Diputados de la Nación.
El acto comenzó con una proyección que recorrió la vida de Alfredo y luego se descubrió una placa en su homenaje en la sede gremial y como cierre se recordando una de las pasiones del querido Alfredo -política, tango y fútbol- donde el músico Esteban Morgado interpretó unos temas, cuyos tangos hicieron vibrar a los presentes.
Alfredo Bravo se recibió de maestro a los 18 años, allí parte al Chaco y trabaja como maestro rural; a lo largo de su vida fue maestro, dirigente gremial, fundador de la APDH – Asamblea Permanente por los Derechos Humanos-, militó en política donde fue diputado nacional.
Participó de la fundación de CTERA , ejerciendo el cargo de Secretario General.
El 8 de septiembre de 1977 fue secuestrado de su escuela donde estaba trabajando.
Encarcelado clandestinamente fue brutalmente torturado. Distintas personalidades y organizaciones nacionales e internacionales exigen su aparición. En junio de 1978 es «blanqueada» su situación y siguió preso hasta enero de 1979.
En enero de 1979 declara ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Defensor de sus convicciones fue el primer funcionario en renunciar al gobierno de Raúl Alfonsín cuando se sancionó la ley de obediencia debida.
Como diputado nacional encabezó el proyecto para anular estas leyes, de obediencia debida y punto final.
Este querido maestro y militante por la escuela pública y los derechos humanos muere el 26 de mayo de 2003.