El rechazo gremial, entre la realidad y la ideología

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La Nación – Nota – Sociedad – Pag. 18 – 19/10/2016. Detrás del rosario de argumentos a los que apelaron de manera unánime los sindicatos docentes para rechazar la prueba de evaluación educativa Aprender se levanta una nube que esconde motivaciones políticas e ideológicas y hasta cuestiones de egocentrismo. Hubo tres puntos que encendieron el malestar de los maestros y de parte de la comunidad educativa. El primero fue que consideran que se requirió información que nada tiene que ver con lo pedagógico, como preguntarle a un alumno si es beneficiario de un plan social o si tiene hijos. Avivó también el enojo el hecho de que los sindicatos no hayan sido partícipes de la evaluación ni de sus reformas. Sospechan que el Ministerio de Educación empuja para que el vínculo se limite únicamente a debatir condiciones laborales y salariales. Nada más. El tercer argumento es político e ideológico. La Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) reúne a los principales gremios de docentes de todo el país y fue el músculo que activó ayer la protesta en contra de la primera evaluación que impulsó el macrismo. La Ctera es desde hace años el corazón que mantiene de pie a la CTA que encabeza el kirchnerista Hugo Yasky. Así como la otra CTA, la de Pablo Micheli, no podría subsistir sin los recursos económicos que le transfiere el gremio estatal de ATE, Yasky tampoco podría hacerlo sin la Ctera. Se necesitan mutuamente. Por poder gremial y económico. Otro dato: Yasky y Micheli, excluidos del diálogo social que inaugurará hoy el Gobierno con empresarios y la CGT, anunciarán mañana un plan de lucha de sus centrales para contrarrestar la «docilidad» de sus pares cegetistas. Ambos esperan ansiosos una señal del camionero Pablo Moyano para definir el tenor de la protesta. En el rompecabezas de la Ctera hay dos figuras fuertes que suelen confrontar a veces: Roberto Baradel(Suteba), cuyo poder tiene sus raíces en la provincia de Buenos Aires, y Eduardo López (UTE), que encabeza el gremio mayoritario en la ciudad de Buenos Aires. Baradel podría quedarse el año que viene con la conducción de la federación, que está hoy en manos de la santafecina Sonia Alesso. Alesso, que nunca se sintió cómoda lejos de Rosario, alcanzó la cima de la Ctera cuando falleció, en 2014, Stella Maldonado, la histórica líder de los maestros. Su mandato finaliza en septiembre del año próximo. Y la interna ya está en juego. Más relegado que su competidor bonaerense, surge López. El referente de la UTE es un viejo conocido del ministro Esteban Bullrich: ambos negociaron durante años en territorio porteño. Como jefe de gobierno, Mauricio Macri salió bien parado ante los 17 sindicatos docentes. En los últimos tres años de su gestión neutralizó los paros sectoriales y en los últimos seis cerró paritarias. En 2015, por ejemplo, la suba salarial fue de 34%, siete puntos más que el acuerdo que había sellado Cristina Kirchner con los gremios docentes de alcance nacional. Valió que se trató de un año electoral. López jamás fue un aliado de Macri, pero tampoco un férreo opositor, como intentó exhibirse ayer. Al margen de laCTA, los gremios docentes de la CGT también expresaron su rechazo. Sergio Romero, de UDA, y Miguel Díaz (Udocba) cuestionaron la falta de un programa educativo. A ellos algo los diferencia de sus pares de la CTA: le activaron protestas tanto al kirchnerismo como al macrismo.

 

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El «boicot» a la prueba, con baja adhesión en el interior

La Nación – Nota – Sociedad – Pag. 19 – 19/10/2016. Los reclamos docentes y las protestas estudiantiles no alteraron el operativo.

Con normalidad en la mayoría de los establecimientos, aunque con polémicas, protestas y hasta toma de escuelas en el conurbano, se desarrolló ayer la primera jornada de la Prueba Aprender. Desde la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, informaron que el operativo se cumplió «de manera exitosa» en los 10.662 colegios, ya que «así lo hicieron saber las autoridades del 85% de las escuelas involucradas». Fueron los principales gremios docentes los que rechazaron la evaluación. «El operativo atrasa», dijo la secretaria gremial del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación (Suteba), María Laura Torres. «No sirve para saber cómo está la educación», indicó. Mirta Petrocini, de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), criticó no haber convocado a los gremios. Estudiantes y padres tomaron siete escuelas del conurbano. Desde el viernes, más de 150 estudiantes, padres y docentes ocupan la Escuela Normal Antonio Mentruyt (ENAM), de Banfield. Impidieron el ingreso de docentes y veedores. Lo mismo ocurrió en cuatro escuelas de Lomas de Zamora, en la Escuela Normal de Quilmes y el Colegio Nacional de Adrogué. En Mar del Plata, para los alumnos no hubo temas complicados. Sí les llamó la atención las preguntas que medían condiciones sociales y pautas de convivencia. «Está bueno que haya inquietud sobre cómo es el trato con los docentes«, comentó Nicolás, de 17 años, en un colegio privado del barrio Playa Grande. «Pero incomodaban o no se entendía por qué habían preguntas sobre nuestras casas o muy personales», agregó. A algunas de sus compañeras les llamó la atención la pregunta sobre si estaban embarazadas. En Tucumán, a pesar de la resistencia de los gremios y el malestar en algunos padres y alumnos, unos 45.000 estudiantes cumplieron la prueba. La jornada, según informó el Ministerio de Educación, fue normal. Los gremios coincidieron con el Gobierno en que el «boicot» que se alentó por las redes sociales pasó desapercibido. «No hubo mayor nivel de ausentismo que en un día normal y la evaluación se hizo con normalidad», dijo David Toledo, de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales. En cambio, Río Negro suspendió la evaluación por un paro docente de 48 horas de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro. Reclaman la reapertura de paritarias, con seis días sin actividad para este mes. La prueba se hará la próxima semana. Hubo protestas estudiantiles en Bariloche, General Roca y Cipolletti. Docentes ocuparon el edificio ministerial en Viedma. La Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN) también comenzó un paro por 48 horas, pero no se suspendió la prueba, que alcanzó a 21.000 alumnos. En Santa Fe, el operativo avanzó con normalidad. En el centro y el Sur, la asistencia fue del 65 por ciento. El secretario general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe-Rosario, Gustavo Teres, subrayó: «Este tipo de preguntas estandarizadas salta por encima de los regionalismos: diversas culturas y condiciones sociales». En el Instituto Provincial de Educación Media (IPEM) N° 335, de Valle Hermoso, Córdoba, un grupo de alumnos protestó contra la evaluación. «Lo único que estamos haciendo es defender la escuela pública», argumentaron. Pero el Ministerio de Educación negó la toma del IPEM, donde 27 de 47 alumnos de sexto año hicieron la prueba, 11 faltaron y nueve se negaron a hacerla.La Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) planteó dudas sobre el método. En Mendoza, no hubo sobresaltos: el operativo tuvo más del 85% de asistencia, aunque docentes y alumnos se sorprendieron por la cantidad de preguntas personales. Esta vez, ese cuadernillo demandó más tiempo para responder que los de las asignaturas específicas. Doce de las 1200 escuelas participantes tuvieron que postergar la prueba porque no habían recibido el material o por el mal tiempo. En esos casos, la evaluación se hará la semana que viene. El Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) denunció en la Legislatura local que fue una medida inconsulta con la comunidad educativa, de acuerdo con la ley provincial de educación.