El ranking educativo

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17.04.2013. La iniciativa presentada por Mauricio Macri en la Legislatura fue criticada por opositores, docentes y hasta por los trabajadores del Ministerio de Educación porteño.

Por Werner Pertot

Mauricio Macri presentó un proyecto en la Legislatura para crear un Instituto de Evaluación Educativa. La iniciativa del jefe de Gobierno despertó críticas no sólo de los legisladores opositores y en los gremios docentes, sino también de parte de los propios trabajadores del Ministerio de Educación porteño. Según relataron los empleados a Página/12, la factótum del proyecto es Silvia Montoya, actual directora de Evaluación de la Calidad Educativa. Montoya proviene de la neoliberal Fundación Mediterránea y fue asesora de Domingo Cavallo.

La gestión PRO viene avanzando sobre la idea de imponer una evaluación educativa que, según advierten los opositores porteños, podría terminar con un ranking de escuelas públicas y privadas. A fines del año pasado, Macri presentó un Indice de la Equidad y la Calidad de Educación Porteña (Iecep), que permitiría “medir” cuán buena o mala es una escuela para que las familias elijan. A su lado estaba Silvia Montoya, a quien señalan como la autora del actual proyecto del Instituto de Evaluación.

Montoya es economista y ex investigadora de la Fundación Mediterránea, que sigue los preceptos de Milton Friedman, uno de los próceres del neoliberalismo. Montoya supo integrar los equipos técnicos del ex superministro Domingo Cavallo cuando quería ser jefe de Gobierno, fue elegida por el ministro de Educación de la Alianza Juan Llach para coordinar la evaluación educativa y continuó con Andrés Delich. Durante la gestión de Llach –ex número dos de Cavallo– Montoya quiso avanzar con un instituto similar al que propone ahora para la Ciudad. En una carta que le envió al ministro Esteban Bullrich, el titular de UTE-Ctera, Eduardo López, denunció que Montoya recorta funciones al área de estadística y que pone en riesgo el relevamiento anual 2013 que se coordina con Nación.

El proyecto recibió críticas de legisladores de los distintos bloques opositores. “Esto puede ser usado para generar un ranking de escuelas”, advirtió la legisladora de Nuevo Encuentro Delia Bisutti. El kirchnerista Francisco “Tito” Nenna opinó que “la evaluación tiene que ser con los trabajadores y no en su contra, con un sistema punitivo”. Nenna advirtió que, según el proyecto macrista, el director del instituto tendrá la posibilidad de “promover, sancionar y disponer las cesantías del personal”. “Jamás un director del Instituto puede tener este tipo de incidencia en una carrera docente”, remarcó la legisladora de Proyecto Sur Laura García Tuñón, quien indicó que hay un sólo lugar rotativo para los 17 gremios docentes en el Consejo Consultivo del Instituto.

“No es un ranking de maestros, como mezquinamente intenta hacer creer la oposición. El objetivo es tener un diagnóstico certero para implementar políticas públicas que mejoren la educación”, defendió la iniciativa la macrista Victoria Morales Gorleri, presidenta de la Comisión de Educación.

En tanto, el gremio Ademys consideró que “Macri quiere instaurar un ente de control que evaluará al sistema público y privado, como si sus protagonistas tuvieran idénticas oportunidades sociales o económicas”. Quizá la crítica más dura al proyecto se la hicieron los trabajadores del área de estadística del Ministerio de Educación porteño. En un documento elaborado por los delegados de UTE-Ctera de esa área, indican que el proyecto “abre la puerta a que entes privados participen de la financiación del Instituto de Evaluación, lo que representa un problema de autonomía”. Esto permite que sea “financiado por donaciones y contribuciones de entes privados”, entre los que podrían estar las propias escuelas privadas.