Este proyecto de ley que avanza sobre los derechos de lxs trabajadorxs, también avanza de manera peligrosa sobre las leyes que permitieron recuperar el sistema educativo nacional.
La creación del Instituto Nacional de Formación Laboral en el ámbito del Ministerio de Trabajo se entromete sobre las competencias del Instituto Nacional de Educación tecnológica (INET), al “limitar la vigencia de la ley 26.058 en lo que refiere a las prácticas profesionalizante de nivel secundario”.
De esta manera dichas prácticas dejan de estar bajo la órbita de las autoridades educativas para depender del INFL (Ministerio de Trabajo).
La UTE entiende a las practicas profesionalizantes como parte esencial del sistema educativo y del proceso de formación integral de los jóvenes. Este avance sobre leyes construidas con el consenso de la sociedad busca poner a la educación al servicio de las necesidades del mercado y son otro paso en el proceso de mercantilización de la educación.