La UTE expresa su preocupación ante un nuevo intento de instalar las lógicas mercantiles en la escuela pública. A la manera del “empleado del mes”, célebre símbolo del sistema cultural entronizado por la empresa de comida rápida Mc Donalds, el gobierno de la Ciudad “solicita” a las escuelas elegir un docente novel y un docente senior para recibir una distinción del gobierno porteño.
Esta incorporación de dinámicas empresarias vinculadas a la flexibilización laboral en las escuelas públicas se suma al ingreso de las corporaciones transnacionales a través de fundaciones como el programa “Mi escuela saludable” que permitía que empresas como Monsanto y Coca Cola promocionaran hábitos saludables entre los alumnos y alumnas.
Un gobierno de empresarios que proponen la meritocracia del marqueting como base cultural intenta meterse en las escuelas arrasando con todo criterio pedagógico. Si el gobierno quiere valorar a los docentes debe mejorar las condiciones de trabajo, no sobrecargar de tareas administrativas a las conducciones escolares, impedir el deterioro del sueldo aplicando la cláusula de monitoreo como exigió el conjunto de la docencia en la mesa salarial y aumentar el presupuesto educativo. Estas políticas implicarían una real valoración de la tarea docente. El derecho a la educación no se logra con el cuadrito de “empleado del mes”.
