La muerte de Cristian en el edificio de Villa Soldati que está bajo la órbita del Instituto de Vivienda porteño pone de manifiesto el vaciamiento de la responsabilidad estatal por parte del gobierno de Mauricio Macri. Esta política se expresa sin ambigüedades cada año en la reducción del presupuesto en vivienda de la Ciudad de Buenos Aires. Desde que el PRO asumió la gestión de Gobierno no sólo disminuyó la participación de la inversión en materia de vivienda a límites insospechados sobre el total del presupuesto, además subejecutó las partidas todos los años. Pero en el caso de edificio de Soldati que se llevó la vida de un adolescente de 17 años, a esa desidia se sumó la decisión de deliberada de apelar un fallo que obligaba al gobierno de Macri a hacerse cargo de la reparación de los problemas estructurales de ese edificio ya que formaba parte de un complejo de viviendas construido por el Estado hace varias décadas. El macrismo, no satisfecho con apelar esta resolución, lo que muestra su manifiesta intención de no asumir la responsabilidad estatal, incumplió luego un fallo de segunda instancia donde la Cámara ratifica la primera orden y establece la obligación del gobierno porteño de reparar el inmueble. Incluso el Gobierno reconoció sin querer su responsabilidad cuando, en la última campaña electoral, realizó la pintura exterior de esos edificios. Encontró más rentable electoralmente, en su lógica férrea del costo y el beneficio, pintar de colores las fachadas que reparar las barandas como exigían los vecinos.
Sin embargo, en la brutal sinceridad con la que el macrismo se excusa ante la justicia de su responsabilidad está la explicación de su concepción y su accionar. Dijo el gobierno en su descargo que el problema lo deben solucionar los vecinos, es decir, los privados, no el Estado. Sinceridad equivalente a la de Carlos Pirovano, aquel funcionario macrista que recomendó cerrar todas las escuelas públicas y con ese dinero pagarles a los vecinos una educación privada.
Eduardo López, Secretario General de UTE y profesor de Geografía en la Escuela Media donde cursaba Cristian, el adolescente fallecido ayer en Soldati, expresó: “En el caso de Cristian, como en el incendio del taller textil de Flores que se cobró las vidas de Rolando y Rodrigo hubo alertas que el Gobierno de Macri desoyó. Pero –continuó López- no lo hizo por error o incompetencia de sus funcionarios, desoyó deliberadamente las alertas por convicción ideológica, porque considera al Estado agente al servicio de los negocios y no garante de los derechos de los ciudadanos.»