Por Eduardo López y
Mariano Denegris *
22.02.2013. Durante el día de ayer, Moyano sostuvo en declaraciones mediáticas que “el de Macri es un gobierno que da respuesta a las demandas de los trabajadores”, y ponderó la “responsabilidad” de la gestión macrista al atender los reclamos gremiales.
Quienes trabajamos en la Ciudad y sufrimos desde hace años las políticas persecutorias hacia los trabajadores y sus organizaciones por parte del jefe de Gobierno porteño, no podemos más que preguntarnos qué tipo de intereses contradictorios afectan a Moyano.
La gestión del empresario alabada por el representante de los conductores de camiones es la misma que impugnó más de veinte comisiones internas de trabajadores estatales; la misma que se niega sistemáticamente a reconocerle a ATE Capital su representación en las paritarias de empleados públicos; la misma que ha desconocido a la Asociación de Trabajadores de Subte y Premetro (metrodelegados) que, sin embargo, es la organización legítimamente elegida por los trabajadores; la misma gestión que a través de la disposición 40/12 intentó prohibir la realización de asambleas en los lugares de trabajo en la Ciudad; la misma que pretendió prohibir a los maestros y maestras hacer declaraciones a la prensa; la misma que contrató al espía Ciro James en la cartera educativa, uno de los motivos por los cuales el jefe de Gobierno está procesado; la misma que demostró total complicidad cuando una patota armada ingresó al Hospital Rawson e impidió la elección de delegados de ATE del programa Buenos Aires Presente; la misma que quiso separar de sus cargos a docentes de escuelas de Monte Castro por opinar contra una medida del Ministerio de Educación.
Quienes intentamos construir un sindicalismo que no limite su accionar a las reivindicaciones corporativas, podríamos esperar que un dirigente sindical intervenga también en la defensa de las políticas públicas, la salud, la educación, la vivienda, el empleo, progresivamente atacadas por el gobierno de Macri. En este caso, el de Moyano, no esperamos tanto sino que, aunque sea por un sentido elemental de respeto, no aplauda al jefe de Gobierno que más ha agredido a los trabajadores y sus derechos en la historia democrática de la Ciudad.
* Secretario general y secretario de prensa de UTE-Ctera Capital, respectivamente.