Dicen que el Gobierno porteño “quiere contagiar”. Otros gremios fueron más contemplativos.
La propuesta del Gobierno de la Ciudad de que haya clases presenciales en las plazas y otros espacios abiertos cosechó rechazos de algunos gremialistas docentes del distrito. Eduardo López, referente de UTE-Ctera criticó duramente el proyecto y dijo que la administración de Horacio Rodríguez Larreta lo que busca es “contagiar a la comunidad educativa”. El gremio Ademys también se manifestó en contra. Pero otros sindicatos, como la Unión Docentes Argentinos (UDA), mostraron una visión más contemplativa. UDA pidió «que no se politice el tema». Mientras que desde el Gobierno de la Ciudad afirman que hay 17 gremios en el distrito y que sólo dos, «los mismos de siempre», están en contra.
“Hay tres objetivos que debiéramos plantearnos en estos momentos de pandemia: primero, educar; segundo, cuidar la salud; y tercero, cuidar la vida. El proyecto de Larreta no apunta a ninguno de esos tres. Las clases en las plazas no sirven para educar y menos para cuidar la salud y la vida”, le dijo López a Clarín.
“Es puro marketing. Lo que buscan es una foto para mostrar que la Ciudad está abriendo y en otras partes del país no», agregó López, de Ctera, gremio alineado con la CTA.
«Esta propuesta ya es demasiado. Pensar que los chicos pueden recuperar algún vínculo pedagógico o contenido, estudiando a la intemperie, rodeados de diferentes ruidos, con una docente a dos metros y encima con un barbijo puesto, es de locos. Sin lugar a dudas, tiene que ver con esta lógica aperturista que propone el Gobierno de la Ciudad, que nunca quiso resolver el tema de fondo porque les dijimos desde el comienzo de la pandemia la importancia de que esos chicos estuvieran conectados”, dijo Mariana Scayola, titular de Ademys (sectores de izquierda).
Sergio Romero, titular de UDA, mostró una visión más cauta. «Nos gustaría conocer en detalle el protocolo. Pedimos que esto no se politice, que no se convierta en disputa entre candidatos, para preservar lo más importante que es el sistema educativo, que hoy está muy dañado por la pandemia. Necesitamos que se recupere lo antes posible», le dijo a Clarín.
Y agregó. «Hoy es todo muy irregular. Hay más de un millón de alumnos que perdieron contacto con la escuela. Los docentes tienen serias dificultades. Vamos a acompañar siempre que las condiciones sanitarias estén dadas. En la Ciudad hoy la curva es alta pero amesetada. Vemos voluntad de responder a las necesidades y un gobierno nacional que dice sucesivamente que no», dijo el dirigente de UDA, que forma parte de la CGT.
La ministra de Educación porteña Soledad Acuña le llevó este martes al ministro nacional Nicolás Trotta una propuesta de apertura gradual de clases presenciales. El plan apunta a los 6.500 chicos que perdieron contacto con la escuela y consiste en que tengan clases en espacios públicos abiertos: sería una plaza por barrio y desde el 28 de septiembre. El proyecto contempla un espacio para los chicos de 1° grado (en las plazas), otro para los que están terminando la secundaria -en las calles, con los mobiliarios de la escuela- y otro para estudiantes de formación profesional.
Trotta dijo que lo analizarán y que no darán una respuesta formal hasta que no haya una reunión con los ministros de Salud de ambos distritos, prevista para el lunes.
Desde la Ciudad afirman que hay 17 gremios y los que se quejan son dos, “siempre los mismos”.