Desde la Secretaría de DDHH de UTE, exigimos su aparición inmediata y el esclarecimiento de la investigación.
Ya han pasado casi 70 días de la desaparición de Facundo, un joven de 22 años que el 30 de abril salió de su casa en el pueblo bonaerense de Pedro Luro hacia Bahía Blanca, pero nunca llegó.
Facundo fue visto por última vez en un control de la policía bonaerense. La implicancia de las fuerzas represivas en su desaparición es reafirmada, además, por el hecho de negarse a tomar la denuncia a su madre y por las irregularidades en la investigación (que entró 45 días después en la ayudantía fiscal de Médanos-Villarino y con la carátula «averiguación de paradero», con testigos que no eran recibidos, entre otras).
Con estos precedentes, la Subsecretaría de DDHH de la Provincia de Buenos Aires tomó el reclamo de la familia y su abogado y solicitó la separación de esta fuerza de Seguridad de la investigación. Para poder seguir los pasos correctos en este caso, la justicia debería llamar las cosas por su nombre, y lo que pasa con Facundo es Desaparición Forzada y se trata de un delito de lesa humanidad.
En el marco de la crisis generada por el Coronavirus, las fuerzas de Seguridad, fueron parte de algunos de los casos más graves de violencia institucional. Luis Espinoza, Roxana Montero, Walter Nadal fueron algunos de los casos más resonantes; y ya son 13 vidas las que nos arrebató el gatillo fácil policial en lo que va de la cuarentena.
Las muertes en manos de las fuerzas de seguridad, la estigmatización y el hostigamiento que sufren los jóvenes de los sectores populares son una aberración a los derechos humanos.
Tener un debate serio y terminar con la violencia institucional es una gran deuda de la democracia y exigimos que acaben de una vez por todas estos actos de impunidad y abuso.
¡Aparición con vida Ya de Facundo Castro!