El Día Mundial contra el Abuso Sexual Infantil, que se conmemora cada 19 de noviembre, busca visibilizar y combatir una problemática global que afecta a millones de niñas y niños. Es una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de la Educación Sexual Integral (ESI) como herramienta fundamental en la prevención y el reconocimiento del abuso.
La ESI proporciona a niños, niñas y adolescentes conocimientos adecuados a su edad sobre sus cuerpos, derechos y emociones, fomentando su capacidad para identificar situaciones de riesgo y buscar ayuda. Además, educa a las familias y comunidades sobre cómo crear entornos seguros, contribuyendo a romper el silencio y a promover una cultura de respeto y protección hacia las infancias.