El 25 de julio como Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente se instituyó a raíz del encuentro entre mujeres afrodescendientes de 32 países de América Latina y el Caribe en República Dominicana. Se reunieron en 1992 para hacer visibles las luchas y resistencia de las mujeres afro y definir estrategias de incidencia política para enfrentar el racismo desde una perspectiva de género.
Compartimos las palabras de Lisset González Batista, activista afro en Argentina, «Me parece que de la mujer afro se sabe muy poco, que hay un halo de preconceptos, estereotipos y falsas creencias que son muy difíciles de quitar en una sociedad como la argentina, donde se parte de la premisa de que no hay negros, lo que es una falsedad total. Porque si hubo esclavitud africana, necesariamente hubo descendencia. Los afrodescendientes, las mujeres afrodescendientes y afroargentinas estamos acá, caminando por las calles y aunque les pese a algunas personas, Argentina también es afro».
La Unión de Trabajadorxs de la Educación renueva su compromiso con dicha comunidad y promueve una enseñanza libre de racismo y estereotipos.