Denuncian el vaciamiento de las orquestas infantiles de la Ciudad

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04.10.2013. Los docentes criticaron el cierre de diez «preorquestas» de inclusión social y la quita de subsidios. La protesta se animó con la música de una banda sinfónica integrada por niños y jóvenes de Barracas, Constitución y Villa Lugano.

Por: Boyanovsky Bazán

Estudiantes y docentes que forman parte de las Orquestas Infantiles y Juveniles de la Ciudad de Buenos Aires reclamaron ante la Jefatura de Gobierno porteño por «el vaciamiento del programa estatal», acompañados por artistas nacionales como León Gieco y Peteco Carabajal, que dieron un concierto público en las puertas del edificio de Bolívar 1.
Una banda sinfónica integrada por niños y jóvenes de Barracas, Constitución y Villa Lugano, entre otros barrios, junto a sus profesores, acompañaron a Gieco, quien cantó «La memoria» y «Cinco siglos igual». Posteriormente, Carabajal cantó «La estrella azul» y «Desde el puente carretero», para ceder luego el improvisado escenario a un coro infantojuvenil, que cantó ante la atenta mirada de familiares y transeúntes que se detuvieron a mirar el espectáculo.
Los docentes nucleados en el gremio UTE, organizador del evento, también entregaron un petitorio de 35 mil firmas en la sede de la Comuna porteña en rechazo a la política que lleva adelante el Ministerio de Educación de la Ciudad con el Programa de Orquestas infantiles y juveniles.
Adriana Weschler, delegada y vocera de los profesores de las orquestas, dijo que el petitorio resume «los reclamos que tenemos hace un año y medio y que se vieron agravados por el cierre de diez preorquestas que no sólo no se transformaron en orquestas plenas, sino que dejaron sin trabajo a los compañeros que habían sido convocados para el espacio», y agregó: «En el petitorio sumamos un reclamo histórico, que se refiere al quite del subsidio de la cooperadora, porque esa decisión no nos permite trabajar correctamente, ya que no tenemos instrumentos nuevos ni tampoco contamos con una reparación en tiempo y forma de los que ya están.» Esta cooperadora, gestionada por los padres de los chicos, manejaba un fondo cercano a los 400 mil pesos al año para compra de accesorios y elementos. Hoy apenas juntan, graficó Weschler, «para un candado».
La docente agregó que «lo que tenemos claro es que el gobierno porteño está generando un vaciamiento del programa, porque, además, la persona al frente de la Subsecretaria de Equidad Educativa porteña, Soledad Acuña, está clonando el proyecto y realizando algo similar pero no igual, porque no son orquestas de inclusión social».
Por su parte, el coordinador del programa de Orquestas Infantiles y Juveniles de la Ciudad, Claudio Espector, aseguró: «Hace dos años que el Ministerio de Educación (de la Ciudad) lleva adelante una política de vaciamiento que, por goteo, va generando desgaste dentro del programa. Claramente, (el gobierno porteño) ha faltado a la verdad manifestando su apoyo hacia el programa y respecto de la cantidad de orquestas que se van generando.» «Lo concreto es que tenemos cerca de 400 instrumentos que no podemos usar por el estado en que se encuentran», agregó el creador del proyecto y encargado de plasmarlo desde hace 16 años, que además fue reconocido este año como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña.
Durante la gestión de Acuña, se abrieron diez talleres de violín y cello, gestionados en asociación con una ONG, pero que no están dirigidas por Claudio Espector. El docente explicó a este diario que se trató de un intento de cumplir con una promesa de campaña de Mauricio Macri, que afirmaba que «las orquestas iban a llegar a cincuenta». En esa línea, se abrieron esos talleres que, «según Acuña, se convertirían en orquestas». Sin embargo, esto no ocurrió y los talleres fueron cerrados.
Desde el Ministerio de Educación negaron que fueran «preorquestas».  «Eran talleres de violín, hoy reconvertidos en dos orquestas y un coro con más de 200 participantes, señalaron en un comunicado desde la cartera que conduce Esteban Bullrich, y desmintieron el vaciamiento. «No hubo recorte de subsidios; los transparentamos. Estaban a cargo de una asociación; hoy se administran desde la Gerencia de Música para la Equidad. Dimos mantenimiento y reparamos instrumentos descuidados por años con personal especializado contratado para ese fin. Esta gestión viene realizando una importante inversión en instrumentos e insumos y en el transporte para el correcto funcionamiento del programa», aseguraron. «De 2008 a 2011, esta gestión llegó a 16 orquestas de inclusión, posibilitando que 1700 chicos de 6 a 18 años accedan a bienes culturales».
Del acto de ayer participaron también Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, junto con los candidatos porteños por el Frente para la Victoria Daniel Filmus y Juan Cabandié, además de los legisladores Tito Nenna, Delia Bisutti, Gabriela Cerruti, Aníbal Ibarra y María Elena Naddeo, entre otros.  «

 

«la cooperadora sigue funcionando con rifas»

A pesar de que el Ministerio de Educación porteño afirma haber regularizado «al 98%» del personal docente involucrado en el Programa de Orquestas Infantiles y Juveniles, los trabajadores reclaman que todavía quedan muchos sin pasar a planta permanente, pero además, los blanqueos logrados fueron producto de una ardua lucha. La delegada de los trabajadores del programa, Adriana Weschler, relató que «la Ley 3623 establece la estabilidad para todos los programas del área socioeducativa. Recién a mediados de agosto se terminó de pasar a 35 compañeros, a los que sometieron a una serie de entrevistas y cuestionamientos muy discriminatorios, porque eran docentes asistentes. Y todavía tenemos cuatro compañeros a los que no blanquearon.»
Por otro lado, Weschler explicó que la Ciudad otorgaba un subsidio a la cooperadora del programa que, dividido en dos entregas, llegaba a 400 mil pesos al año, con los que resolvían compras de instrumentos, accesorios y arreglos. «A partir del retiro del subsidio y la centralización de los gastos, ahora recibimos más o menos una cantidad calculada por nosotros en 100 mil pesos. La cooperadora sigue funcionando con ferias del plato, rifas, junta lo que puede, pero sólo alcanza para pagar el candado de la puerta.»