20.11. 2013. Los maestros de escuelas públicas y privadas deberán someterse a exámenes. También se analizará el nivel de aprendizaje de los chicos. Los gremios se oponen por considerar que es un proyecto “punitivo”.
El Gobierno porteño logró avanzar con un proyecto que busca crear un Instituto Educativo que evaluará la labor de los docentes y alumnos para mejorar la calidad en escuelas públicas y privadas. Los gremios se oponen por considerar que se trata de un sistema “punitivo” vinculado a los “ránkings”. La Comisión de Educación de la Legislatura porteña discutió ayer el proyecto de ley, que fue enviado en abril pasado por el Ejecutivo, y sacó un despacho de mayoría. Así, el texto llegará al recinto el 5 de diciembre. Se trata de una iniciativa que propone crear el Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad Educativa, como entidad autárquica en el ámbito del Ministerio de Educación de la Ciudad. “Realizará la evaluación sistemática y periódica del nivel de aprendizaje alcanzado por los alumnos, de la formación y desempeño de los profesores y del impacto de las políticas educativas”, se detalla en los argumentos. Con los resultados se podrán “elaborar recomendaciones de políticas“.
La evaluación a los docentes es un tema de discusión permanente en el ámbito educativo, también en otros países. Se debate si existe una correlación directa entre la profesionalización del maestro y el aprendizaje de los chicos, o si los incentivos son o no contraproducentes. En su momento, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, aclaró que los métodos que se proyectan son muy distintos a los que se llevan a cabo en Chile, donde hay hasta retribuciones económicas a los maestros.
Desde el gremio docente Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) se mostraron en contra de la iniciativa. Plantearon una instancia alternativa que contempla una “evaluación integral, participativa, no punitiva y contextualizada”.
En ese mismo sentido, el legislador Francisco Nenna (FPV) cuestionó la propuesta macrista porque es una “evaluación que estigmatiza escuelas, docentes y estudiantes” y que no contempla a los trabajadores. Y la comparó con la metodología vigente en Chile: “Allí cerraron 38 escuelas el año pasado por no alcanzar los rendimientos”.