Si quedaba alguna duda acerca de cuál es el uso que Horacio Rodríguez Larreta le da a las clases presenciales en tiempos de pandemia, el mismo Jefe de Gobierno se ocupó de dejarlo claro en sus redes sociales.
Con la obscenidad que caracteriza a su aparato de comunicación, ayer expusieron a un menor difundiendo su imagen como si se tratara de un trofeo publicitario.
La foto que Larreta difundió en redes sociales lo muestra junto a un chico al que le entrega un diploma, sin observar el menor respeto por las recomendaciones sanitarias fijadas para los establecimientos educativos, en donde no está permitido el intercambio de papeles y otros objetos o relacionarse sin mantener una distancia mínima.
“Johann se testeó y se llevó el diploma”, dice la inscripción al pie de la imagen, en cuya descripción agrega que el niño se hizo acreedor al reconocimiento por haberse testeado, en un nuevo espacio destinado a las chicas y chicos con síntomas de las escuelas porteñas, “para seguir cuidando la presencialidad en las aulas y a toda la comunidad”.
Salvo la presencia del estudiante, todo lo demás es falso por donde se lo mire. Así, no tienen ningún problema en violar los protocolos que ellos mismos aprobaron y en romper las burbujas para entrar a escuelas y centros de testeo con sus cámaras y sus asesores publicitarios.
Si realmente quieren cuidar a las y los estudiantes y a la comunidad toda, el Jefe de Gobierno y su ministra de Educación, Soledad Acuña, deben garantizar la entrega de dispositivos y la conectividad, algo a lo que se oponen sistemáticamente desde mucho antes del inicio de la pandemia.
Johann y el resto de las chicas y chicos no necesitan que los sometan a prácticas invasivas después de haberlos obligado a exponerse a posibles contagios, en un distrito que sigue estando en alerta sanitaria por la cantidad de casos.
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