A partir del mes de marzo, muchos más docentes en la Ciudad de Buenos Aires se vieron afectados por el impuesto a las ganancias. Según los cálculos de UTE, alcanzó al 25% del total de los docentes porteños. Este porcentaje se irá incrementando si no se modifica seriamente el mínimo no imponible y las escalas.
Macri había dicho que únicamente pagaría ganancias el grupo más alto de la escala salarial. Sin embargo, esas afirmaciones se revelaron sólo como una más de las promesas electorales incumplidas. La realidad es completamente distinta.
Si bien, existía una situación inaceptable, donde un conjunto de trabajadores pagaban cifras exorbitantes, las medidas tomadas por el presidente Macri están muy lejos tanto de los anuncios, como de las necesidades de los trabajadores. Al tarifazo que se produjo en alimentos, servicios y transporte, se suma ahora el pago de ganancias de miles de docentes que hasta el 2015 no tributaban. De esta forma se sigue deteriorando el salario real mientras las únicas promesas que se cumplen son las que favorecen a los grupos empresarios concentrados.