Ante los dichos del presidente de la Nación para justificar la Reforma Previsional, desde UTE, afirmamos que los docentes NO tenemos una jubilación de privilegio.
Resulta lamentable que la capciosa igualación entre regímenes especiales y jubilaciones de privilegio haya sido acompañada en un brote de misoginia por el Senador “opoficialista” Miguel Ángel Pichetto que promovió que las docentes se jubilen a los 65 años. La sociedad argentina ya probó esta medicina en los años ‘90 cuando estas mismas reformas neoliberales castigaron a millones de trabajadores y trabajadoras.
El régimen especial docente es fruto y conquista de los trabajadores de la educación.
Así como hay tareas caracterizadas como insalubres, la tarea que realizamos los docentes es considerada como determinante “de vejez prematura” por las características y el desgaste del trabajo que conlleva.
Por otro lado, vale aclarar que los trabajadores de la educación realizamos mensualmente un aporte mayor al del régimen general. En este, es de un 11 por ciento y en el docente es de un 13 por ciento.
El régimen especial también fue pensado para que los planteles docentes se renueven y favorecer así, la calidad de nuestra Escuela Pública y la educación de nuestros estudiantes.
Defendemos un sistema previsional público, solidario y de reparto. Este sistema se basa en el principio de solidaridad intergeneracional, donde los trabajadores en actividad sostenemos el haber, las pensiones y las jubilaciones por incapacidad de nuestros compañeros jubilados.
Desde nuestro sindicato y desde CTERA vamos a seguir defendiendo, movilizados y en las calles, los derechos de los trabajadores de la educación en actividad y jubilados.
Eduardo López, secretario General de UTE.
Mariano Denegris, secretario de Comunicación de UTE.