Desde los gremios aseguran que «las escuelas, las aulas y los baños no están en condiciones» para recibir a todos los alumnos, luego de que Rodríguez Larreta anunciara la vuelta a la presencialidad total después de las vacaciones de invierno.
El anuncio del jefe de Gobierno porteño sobre la vuelta a la presencialidad total en las clases, generó resistencias y reclamos entre los docentes porteños. Desde los gremios sostienen que con la vuelta “no habrá distanciamiento» y que las escuelas «no están en condiciones» para recibir a todos los alumnos. La ministra de Educación, por su parte, volvió a insistir con la idea de «recuperar horas» de clase.
Así lo sostuvo la secretaria general de UTE-Ctera, Angélica Graciano, quien expresó su preocupación al analizar que «lo más grave de la medida anunciada es que afirman que no habrá distanciamiento» y que «las escuelas, las aulas y los baños no están en condiciones para la vuelta a la presencialidad total».
“La infraestructura escolar ya es un problema crónico con Larreta»
El Jefe de Gobierno porteño anunció este lunes que la Ciudad de Buenos Aires reanudará a partir de agosto, luego del receso de invierno, y en forma gradual la presencialidad total en las escuelas. Dijo que la asistencia será obligatoria, en tanto que los alumnos de colegios secundarios serán los primeros en regresar a las aulas.
«Larreta y (Soledad) Acuña (Ministra de Educación porteña) anuncian que será para que todos los chicos y chicas asistan a las aulas y que será todos los días, pero no sabemos cómo estará la situación epidemiológica en 15 días», sostuvo Graciano.
Asimismo agregó que, además, las aulas «no están en condiciones para albergar 35 chicos y chicas» al mismo tiempo, sin ponerlos en riesgo frente al contagio de coronavirus.
“La infraestructura escolar ya es un problema crónico con Larreta. Baja el presupuesto un punto por año», alertó Graciano en declaraciones a El Destape radio.
La secretaria general del gremio recordó asimismo que “los índices de presentismo fueron muy bajos en el primer cuatrimestre» y repudió la decisión del gobierno porteño de poner ausente a los alumnos que no asistan a clases y dijo: “La educación no se trabaja mediante amenazas».
Paula Galigniana, secretaria de Comunicación de UTE-CTERA, se hizo eco de las opiniones de Graciano y cuestionó a Rodríguez Larreta por hacer «anuncios mediáticos sorpresivos» pero que luego, cuando se va «a los papeles, la realidad es otra», en declaraciones a la radio AM 990.
Galigniana marcó en ese sentido la contradicción que existe en el Gobierno porteño, que “abre escuelas, pero a la vez baja 70 por ciento el presupuesto en infraestructura para poder arreglarlas”.
El plan de regreso será en burbujas que abarcarán al curso completo de alumnos y se aplicará en etapas entre el 4 y el 23 de agosto próximos, después del receso escolar por las vacaciones de invierno y las dos jornadas del 2 y el 3 para exámenes, según se anunció ayer.
De acuerdo a lo informado, desde UTE-Ctera se evaluará la semana próxima las condiciones epidemiológicas para tomar una decisión con respecto a la vuelta a la presencialidad. Los gremios docentes vienen denunciando la falta de inversión educativa en infraestructura, conectividad y sobre todo calefacción, en las escuelas de la Ciudad.
Burbujas, ventilación e higiene
Esta mañana, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, volvió a defender la extensión de las burbujas, que a partir del regreso a clases abarcará a la totalidad del curso. Según sostuvo el objetivo de la medida será «recuperar horas de clases» y sostuvo que la meta es «lograr la normalidad en forma paulatina y cuidada”.
«Es una de las noticias que más alegría nos dio transmitir. Es algo que venimos trabajando hace tiempo. Obviamente vamos a seguir con las medidas de cuidado. Las burbujas con el curso completo, ventilación e higiene, pero recuperamos horas de clase. El foco es sumar más horas de clases para los chicos”, señaló Acuña en declaraciones formuladas a la Radio La Red.
Según la ministra “no es lo mismo la Ciudad que el conurbano”, al ser consultada sobre los dichos del viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, sobre la «peligrosidad» de «reducir el distanciamiento en poblaciones no vacunadas».