El martes 28 de noviembre se realizó una clase abierta en la puerta del Ministerio de Educación en defensa de los Talleres de Educación No Formal (ENOF).
El Cuerpo de Delegados de ENOF de UTE junto a docentes y estudiantes de los talleres exigieron la reglamentación de la ley y la preservación del área; es decir la permanencia de los cursos de arte, expresión y de movimiento.
Por decisión del Ministerio de Educación de CABA en el año 2018 se cerrarán los siguientes cursos en todos los centros educativos de no formal: Caricatura y dibujo humorístico, Dibujo y pintura, Folklore, Formación audiovisual y cine documental, Taller de integración por el arte, Guitarra, Percusión, Ritmos latinos, Flamenco, Taller de lectura, Música, ensamble y construcción de instrumentos, Taller literario, Tango, Tango y folklore, Teatro, Recreación educativa (voley), Gimnasia, y Yoga.
De esta forma se perderían alrededor de 130 talleres, en donde participan cerca de 6000 alumnos, y aproximadamente 80 docentes se verían afectados por esta medida.
Educación no formal es un área creada en 1983, con la llegada de la democracia y funciona en casi todos los barrios de la ciudad de Bs. As. El objetivo de esta área educativa ha sido siempre la inclusión y la formación de los ciudadanos de todas las edades garantizando el derecho a la educación permanente.
En el año 2012, la legislatura de la ciudad de Bs. As aprobó la ley de educación no formal (4399/12) que garantiza los derechos de sus trabajadores y de aquellos ciudadanos que participan de este proyecto educativo.
Sin embargo, esta ley aún no ha sido reglamentada perjudicando las condiciones laborales de sus trabajadores docentes y llevando al área a un cambio en sus rasgos identirarios en los últimos años, agravándose en estos meses.
La decisión de la gestión actual del ministerio de educación fue la de recortar la oferta educativa y como consecuencia de esto, serán afectados todos los talleres de Arte y expresión; como también los del área de movimiento.
Ante esta situación la UTE le exige al gobierno que reglamente la Ley aprobada por la Legislatura y no desfinancie estos programas que representan un espacio de relevancia cultural y educativa para los más de siete mil adultos mayores, jóvenes, personas con discapacidad, y personas en situación de calle que participan de los talleres.