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Ni dos campanas ni dos demonios: terrorismo de estado que debe ser castigado con cárcel común para todos los culpables
Miguel Etchecolatz, ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura, fue encontrado culpable como coautor mediato de la desaparición forzada de personas bajo el delito internacional de genocidio. En marzo de este año el mismo Tribunal, le había fijado la pena única de reclusión perpetua por las sentencias de 1986, 2004, 2006 y 2014 por las que ya había sido condenado.
Ante el otorgamiento de la prisión domiciliaria por dos de las causas por las que se encuentra condenado el ex Comisario Etchecolatz, los docentes de UTE-CTERA reafirmamos nuestro compromiso con la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia, con los 30.000 detenido-desaparecidos, con la memoria de nuestro compañero Alfredo Bravo, afiliado a UTE y fundador de la CTERA en 1973 y con los centenares de docentes detenido-desaparecidos.
Esta semana, el 28 de agosto, además se cumplirán 19 años del día en que, bajo el imperio del Indulto y las Leyes del Olvido, Mariano Grondona sentó en su programa al torturador Etchecolatz y al torturado con desaparición forzada Alfredo Bravo. En aquel programa se justificaba la aberración con la idea de “escuchar las dos campanas”, continuidad comunicacional de la teoría de los dos demonios. Garantizar la Memoria, Verdad y Justicia y la continuidad de los Juicios es una responsabilidad de los tres poderes de Estado para que nuestra democracia no retroceda nunca más al terreno de la impunidad.
Eduardo López sobre Echecolatz y los trabajadores desaparecidos
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