Califican de «criminal» la apertura masiva de escuelas en la Ciudad de Buenos Aires

Amplio rechazo a la vuelta que proponen Larreta y Acuña

Lo dijo en diálogo con este medio Jorge Rachid, médico sanitarista e  integrante del comité asesor del gobernador Axel Kicillof. Docentes, sindicatos, centros de estudiantes y familias también rechazaron en forma contundente esta nueva etapa de apertura de escuelas en medio de la pandemia.

Varias voces se sumaron al rechazo de una nueva apertura de escuelas en medio de la pandemia, que proponen el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la ministra Soledad Acuña. Expertos en Salud también aseguraron que esta decisión “es criminal”. Desde el lunes 9 de noviembre, la cartera educativa porteña habilitó la apertura de todos los niveles para que alumnas y alumnos participen de las jornadas socioeducativas.

Si bien el Gobierno de la Ciudad no está haciendo nada que vaya en contra de lo firmado en la última reunión del Consejo Federal de Educación, la comunidad educativa esperaba un llamado al diálogo por parte de la cartera que lleva adelante Soledad Acuña, antes de cualquier otra apertura de escuelas. Docentes, sindicatos, centros de estudiantes y familias, rechazaron de manera contundente esta nueva etapa de apertura de escuelas para implementar las burbujas en todos los niveles y modalidades.

La implementación de la apertura dependerá de cada escuela y no es obligatoria su asistencia, ni su puesta en marcha. Con esto, el gobierno porteño delega la total responsabilidad de cualquier hecho negativo que pudiera llegar a ocurrir en las y los directivos de las escuelas y en las familias que decidieron por voluntad propia que sus hijos participen de las jornadas socioeducativas. “El Ministerio de Educación de la Ciudad se está lavando las manos, porque en caso de que algo salga mal la responsabilidad cae en las instituciones porque las jornadas no son obligatorias”, afirma Tomás Cancela, vocero del Centro de Estudiantes del Lenguas Vivas. “Esto es más de los mismo, es una vuelta que no tiene fundamentos pedagógicos, nos están convocando a exponernos sin tener un objetivo claro de lo que son estas actividades. Uno puede decidir exponerse si tiene algún tipo de objetivo en el cual confiere que al fin y al cabo le va a ser positivo, pero éste no es el caso”, agrega Tomás.

Desde la cartera educativa sostienen que el objetivo de Soledad Acuña es que el conjunto de las y los alumnos puedan volver a la escuela aunque sea el día anterior al 18 de diciembre, que será el cierre del ciclo lectivo. El bosquejo que giró la cartera educativa con las jornadas de “revinculación socioeducativa” alcanzan a todos los niveles: jardines maternales, que trabajan con niños de entre 45 días y 2 años, hasta la educación de adultos que cursan la secundaria. Así se sumarían a las salas de 5, séptimo grado, quinto y sexto año, que fueron los primeros niveles en los que el gobierno porteño habilitó las burbujas.

En esta oportunidad habilitaron a alumnos y docentes para que puedan movilizarse mediante el transporte público. “Yo no lo voy a llevar a mi hijo a la escuela ni aunque las jornadas socioeducativas sean obligatorias”, asegura Andrea, que tiene un hijo de 8 años que cursa en una escuela del barrio de Colegiales. “Yo vivo en Haedo, no tengo auto, y trabajo en el barrio de Palermo. Antes de la pandemia llevaba a mi hijo antes de entrar al trabajo y cuando terminaba mi turno lo retiraba de la escuela. Yo ni loca lo voy a exponer a él al COVID y tampoco a la mamá de mi pareja que es una mujer en edad de riesgo”, agrega. En la situación de Andrea hay miles de familias que viven en el conurbano y que, al trabajar en la Ciudad, se ven obligadas a llevar a sus hijas e hijos a escuelas cerca de sus puestos de trabajo.

La nueva propuesta del gobierno porteño habilita el regreso de estudiantes de 2do a 6to grado de primaria; y de 2° a 4° año más el 5° año de técnica secundaria para realizar actividades deportivas, recreativas, lúdicas y artísticas al aire libre en grupos burbuja de hasta diez chicos y chicas. Las actividades se desarrollarán al menos dos veces hasta el cierre del ciclo lectivo 2020 y la duración será de dos horas. “Yo no voy a llevar a mi hijo a que juegue a la pelota, o a que baile y salte. El contacto con la escuela nunca lo perdió porque siempre tuvo clases por internet; es más, hace mucha más tarea ahora que antes”, remata Andrea.

Desde los sindicatos aseguran que la ministra Soledad Acuña cortó todo tipo de diálogo con ellos, que en definitiva son los que garantizan el sostenimiento de estas actividades socioeducativas que propone el Gobierno de la Ciudad. “Esta nueva apertura indiscriminada de escuelas está en el marco también de la falta de respeto a las y los trabajadores”, reflexiona Eduardo López, secretario general adjunto del gremio docente UTE. “Y también está vinculado al desconocimiento de la carrera profesional de enfermeros y enfermeras. Hay un ataque permanente de Larreta a los guardapolvos, tanto a los médicos residentes concurrentes y enfermeras, como al guardapolvo de los maestros. La marcha de ayer de las enfermeras a la casa de Larreta, donde reclaman ser reconocidas como profesionales, está totalmente relacionada a la decisión de hoy. Es ningunear a los profesionales de la salud y la educación. Ojalá las y los porteños podamos ponerle límites”, termina López.

El Grito del Sur también dialogó con el Dr. Jorge Rachid, médico sanitarista e integrante del comité asesor del gobernador Axel Kicillof; y del Comité de expertos en COVID-19 de la Coppal (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe). El experto asegura que la decisión de abrir escuelas de manera masiva “es criminal. Israel abrió las escuelas cuando tenía una cantidad de contagios muy inferior a la Ciudad de Buenos Aires y al mes tuvieron que cerrar todo de vuelta y volver a la cuarentena”, asegura Rachid. “Si se enferman los chicos, ¿quién paga por eso? Yo voy a compartir algunos números que no salen publicados en ningún medio: en todo el país hay alrededor de 30 mil chicos y chicas infectados, y tenemos 300 menores internados por COVID; y lamentablemente 28 menores de cinco años murieron como consecuencia de la enfermedad”, agrega Rachid. “A mí me gustaría que me digan quién le va a decir a los chicos menores de cinco años que mantengan la distancia, que se cuiden, que no toquen eso ni que se manden la mano a la boca”, cierra el médico sanitarista.

Pese a la decisión aperturista del gobierno porteño en materia educativa, la asistencia en las tres primeras semanas de las burbujas fue muy baja. Un relevamiento realizado por trabajadoras y trabajadores de la educación, que participaron de las jornadas, y cuyos datos fueron nucleados por diferentes gremios, aseguran que la participación y asistencia a las jornadas socioeducativas fue escasa. En la primera semana, de 922 estudiantes que terminan este año en las escuelas técnicas sólo participaron 137, es decir apenas el 14,8% del total.

De la semana del 19 al 23 de octubre abrieron un total de 46 escuelas primarias, donde 630 estudiantes habían confirmado que iban a participar, pero apenas asistieron 284. Sólo el 45% del total, menos de la mitad de los que habían asegurado su asistencia. Mientras que en la segunda semana, de los 169 colegios privados que fueron autorizados a retomar la presencialidad para la revinculación pedagógica, apenas arrancó un 25% según el relevamiento realizado por SADOP. De esas escuelas que representan el 4% de todo el subsistema de gestión privada, participaron el 8% de estudiantes.

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