06.10.2012. En la audiencia judicial, el ministro de Educación porteño anunció que en 2013 sólo se aplicarán reformas en primer año de escuelas técnicas. El resto se discutirá en “jornadas institucionales” de debate con la comunidad educativa.
El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, propuso a los estudiantes suspender el cambio de planes de estudio en las escuelas técnicas, para realizar jornadas institucionales de debate durante todo 2013. Lo único que quedó en pie fue el programa de primer año, que comenzará a aplicarse el año próximo. “Es una victoria parcial, porque algunas cosas no quedaron claras”, sostuvieron los chicos al salir del encuentro. Por eso, llevaron la discusión a las escuelas y hoy debatirán en asamblea con representantes de más de 60 colegios si levantan las tomas. La de ayer fue la segunda parte de la audiencia que convocó la magistrada porteña Elena Liberatori. Habrá un nuevo encuentro, en el que los estudiantes darán su respuesta.
Ambas partes presentaron proyectos para abrir un canal de diálogo. Según dijo a Página/12 el defensor general porteño, Mario Kestelboim, “Bullrich tuvo que reconocer que el cambio curricular carecía de legitimidad, porque no habían consultado a docentes ni estudiantes”. Para lograr la apertura del diálogo, fue necesaria una presentación judicial de legisladores porteños y docentes nucleados en la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE) con patrocinio de la Defensoría General. La jueza Elena Liberatori puso manos a la obra y el Ministerio declinó su postura inicial de no dialogar. “Retrocedieron. Era una pulseada carente de sustento”, definió Kestelboim.
La propuesta presentada por Bullrich tiene dos partes. Una fue de palabra y quedó plasmada en el video que registró la audiencia: se suspenderá la presentación de nuevos programas para la homologación de títulos y sólo se implementará en el primer año de ocho técnicas. En ese año no se pierden materias sino que se suman cuatro horas semanales (Geografía, Historia y Arte). La otra, presentada en papel, plantea realizar encuentros “entre las comunidades educativas” de las escuelas y el Ministerio “tal como se han llevado adelante durante 2012”, a concretar entre el 12 de marzo y el 7 de noviembre del año próximo. Según el documento, sería una reunión por mes que constará de tres etapas: una informativa, con material del Ministerio; otra participativa y deliberativa, y la última, de “definición institucional”. Esos encuentros no sólo involucran a las escuelas técnicas, sino a las artísticas y a los bachilleres.
“No queda claro de qué manera van a realizarse las jornadas, si está o no garantizado que van a ser democráticas, participativas y vinculantes”, opinó Lucas, de la técnica Naval Nº 37. El documento no menciona explícitamente la participación de estudiantes, pero se refiere a la comunidad educativa, que los incluye.
Dos ejes del reclamo estudiantil quedaron en duda. Por un lado, los planes pilotos que están en marcha en cinco escuelas, de manera “experimental”. “Cuando le preguntamos sobre el tema, Bullrich no respondió”, contó Anahí Maschio, del centro de estudiantes del Cortázar. “En la Nº 37, el plan está vigente en quinto y sexto año y no sabemos si lo continúan aplicando”, dijo Santiago, estudiante de esa escuela.
Otro de los temas que se debatirán el año próximo es el de la doble titulación de las escuelas artísticas. Esos establecimientos hoy dan la opción de realizar la carrera artística o el bachiller de manera independiente, y si el cambio dispuesto por el Consejo Federal se lleva a cabo podrían convertirse en bachilleres especializados o en bachilleres orientados. “Nos estarían sacando el laburo, porque no podríamos dar clase cuando terminamos la carrera”, observó Tomás, de la escuela de música Pedro Esnaola. Y explicó que eso puede evitarse: “La Ciudad tiene que pedir a Nación no cambiar, porque según la Ley de Educación Nacional, los cambios deben hacerse en cada jurisdicción de acuerdo con su realidad”, afirmó.
“Quedó demostrado que los conflictos educativos no se resuelven con la policía”, consideró el secretario general de UTE, Eduardo López. “Con las tomas al final logramos abrir el diálogo”, consideró Anahí. Pasó en 2008 y en 2010. En esta ocasión la Justicia debió actuar, pero los estudiantes se llevan las flores: “La marcha de ayer fue una demostración de fuerza”, reconoció Kestelboim.
Informe: Carla Perelló.
“Los planes eran mortales”
Por Eduardo Videla
Los docentes recibieron con satisfacción la decisión del ministro Esteban Bullrich de pasar para el año próximo el debate sobre el cambio curricular en escuelas técnicas. “No se puede trabajar contra reloj”, dice a Página/12 Héctor Cova, titular de la Asociación del Magisterio de Educación Técnica (AMET). El gremio fue convocado de urgencia por el ministerio porteño para rearmar los planes, después de que la cartera educativa nacional rechazara los que había presentado en febrero, y de que los estudiantes, con el apoyo de docentes, empezaran su reclamo porque los consideraban “inconsultos”, en mayo último. “Estamos de acuerdo con extender la discusión al año próximo, ésa era una de nuestras propuestas”, afirma Cova. “Es un paso muy importante: de no dialogar se pasó a aceptar la revisión de los planes y establecer un plan de discusión”, destaca Guillermo Parodi, secretario adjunto de UTE-Ctera.
“Esos planes eran mortales”, sostiene el gremialista. “Por ejemplo, en la carrera de Maestro Mayor de Obra (construcciones civiles) se había sacado la materia Visita de Obra, que es fundamental para la práctica profesional. Esa materia se volvió a poner”, relata Cova.
Estas correcciones se hicieron después de las movilizaciones de los Técnicos Autoconvocados, que culminaron con una masiva reunión en la Legislatura con funcionarios del ministerio, convocada por los legisladores Alejandro Bodart, María Elena Naddeo y Virginia González. Gass. Después de ese debate se recuperaron las horas de Dibujo Técnico (ahora llamado Técnicas de la Representación) que el ministerio había quitado en primero y segundo año. Pero el trabajo aún no había concluido y se hacía sin la participación estudiantil.
“En estos meses habíamos logrado adecuar cinco carreras, pero nos faltaban otras, como Química. Ahí sacaron Laboratorio, y pusieron en un mismo año Química Inorgánica y Orgánica, cuando se sabe que son materias correlativas”, ilustra Cova. Los ejemplos ayudan a entender la pulseada durante las tres semanas que lleva el conflicto con tomas de escuelas.
Otro de los temas pendientes es el de las escuelas nocturnas. Como en ese turno el horario es menor que en los matutinos y vespertinos, la homologación exigiría extender el horario. Así, de acuerdo con lo previsto en las modificaciones ahora suspendidas, los estudiantes que ahora ingresan a las 18 pasarían a hacerlo a las 16, lo cual constituye un obstáculo para quienes trabajan. Desde el ministerio porteño se insistió en que no se eliminaría el turno noche –de hecho no lo hacían, sino que lo extendían– pero no aclaraban como se resolvería el asunto.
“El tema del turno noche puede resolverse con la extensión del ciclo un año más, o con clases semipresenciales”, propuso Guillermo Parodi, adjunto de UTE. “Pero se necesita tiempo para poder diseñar un nuevo plan de estudios, no se puede hacer a las apuradas”, coincidió Cova.
Bullrich dijo una y otra vez que las modificaciones impulsadas obedecían a exigencias de la Nación. El argumento fue asimilado por los grupos de estudiantes más radicalizados, que insistieron en elevar el reclamo, además, a la Nación. “En realidad, las modificaciones fueron aprobadas por el Consejo Federal de Educación, donde están los 24 estados federales, incluida la ciudad de Buenos Aires”, aclaran desde el Ministerio de Educación nacional.
Allí explican que las modificaciones “no tienen fecha de vencimiento”, es decir que no habrá penalización para la ciudad por suspender los cambios. De todos modos, sostienen, la validez del nuevo plan entra en juego en el momento de iniciar los estudios: los estudiantes que empiecen primer año en 2013 con el nuevo plan, egresarán en 2018 con los flamantes títulos homologados a nivel nacional.
“Esto no quiere decir que los actuales títulos no tengan validez nacional. Pero si el egresado va al exterior con el certificado analítico, hay muchas materias que están desactualizadas”, sostiene Cova. De todas maneras, aclara, “si bien los planes actuales son de 1965, no es cierto que los chicos estén estudiando contenidos de esa época: se han ido actualizando permanentemente”.
“El Consejo Federal puso un piso de 6480 horas y la ciudad lo tomó como un techo. En función de eso sacó materias específicas”, evalúa la diputada Delia Bisutti. La legisladora considera auspicioso que “el diálogo convocado por la jueza se plasme en una resolución. Esperemos que se levanten las tomas y el diálogo continúe”.