La sucesiva implementación de mecanismos de control sobre lxs maestrxs, las conducciones y las supervisiones escolares demuestran, una vez más, el carácter persecutorio que adopta el Ministerio de Educación de CABA frente al trabajo docente en esta realidad excepcional que vivimos.
En estos días se suma la carga de datos en distintos formatos como encuestas pedagógicas que llegan directamente a las conducciones salteando la vía jerárquica con preguntas capciosas y cerradas (SI o NO), quitando la posibilidad de argumentar. Así, no sólo el gobierno genera y controla información sobre datos individuales sin especificar para qué serán utilizados, ni quienes administran las bases de datos.
Desde la última entrega de alimentos, el Gobierno porteño pretende que las direcciones utilicen una nueva aplicación con lxs estudiantes que retiran los bolsones de comida que implica una demora de 15 minutos más por familia. Lxs directivos vienen realizando denodados esfuerzos para organizar la entrega de manera que sea lo más ágil posible evitando amontonamiento de personas en un momento donde los contagios de Covid-19 están creciendo exponencialmente en la Ciudad.
Lxs maestrxs, directivxs, supervisores realizan actividades que requieren gran cantidad de horas dedicadas al trabajo frente a pantallas (celulares, computadoras) y, cada una de estas nuevas medidas de control duplica la carga de trabajo generando problemas de salud físicas y psicológicas.
Desde UTE, exigimos al Ministerio de Educación que respete las vías jerárquicas y detenga sus mecanismos de control sobre el trabajo docente y las familias.
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