15.07.2015. Hoy se cumple el paro convocado por los gremios docentes de la Ciudad, en señal de protesta por la suspensión de las docentes del niño asesinado por su padrastro. Una de ellas explicó que nunca vio señales de maltrato en el niño ni en su madre.
En las escuelas porteñas se cumple el paro en repudio a la separación de sus cargos de la directora y la maestra de la escuela a la que concurría Agustín Marrero, el niño asesinado por su padrastro. La medida fue convocada por los gremios UTE, Sedeba, Ademys y Camyp, que acusaron al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de ser responsable por “el vaciamiento de los mecanismos de protección de la niñez en el sistema educativo”. El Poder Ejecutivo porteño, por su parte, insistió en que la docente Alejandra Bellini y la directora Elsa Vincova fueron correctamente apartadas, de manera provisoria y mientras siga adelante la investigación, de sus tareas, porque “la escuela tiene que ser garante de los derechos de los niños”. Por su parte, la Asesoría Tutelar de Menores de la Ciudad confirmó que el Ministerio de Educación a cargo de Esteban Bullrich actuó “de acuerdo con protocolos y resoluciones vigentes” y que la posibilidad de disponer su apartamiento “está entre las atribuciones del ministerio”. Ayer, en una entrevista radial, la docente Bellini explicó que Agustín “era un nene normal, que no daba ningún indicio” de ser víctima de maltratos y que su madre “siempre resultó creíble, participó de todas las propuestas de la escuela, fue una mamá presente dentro del jardín”. La maestra lamentó la decisión de Bullrich: “A nadie le importa que los chicos, además de la pérdida de Agustín, soportan la pérdida de la maestra”, dijo.
“No es cierto que el nene fue (a la escuela) todos los días con la cara abollada”, desmintió la docente Bellini. “Hubo solo tres episodios. La primera fue por un moretón, del tamaño de la yema de un dedo, en una de las mejillas. En otra fue un chichón, que no era contundente, como el que cualquiera se da. Y cuando llegó con dos dientes menos pensamos que se le habían caído, como a todos los chicos de 5 años. La mamá y el nene dijeron que se había caído jugando en la bañadera, y a la semana la mamá trajo un certificado de un odontopediatra”, contó la maestra.
El respaldo de los gremios docentes a la maestra y la directora suspendidas tuvo su correlato, también, en el ámbito político. El legislador porteño Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda) aseguró que “al que hay que separar de su cargo es a Bullrich, no a las maestras del jardín, que actuaron de buena fe”. El ministro de Educación porteño, continuó, “utiliza una desgracia extraescolar para tapar la debacle de las escuelas públicas, el fracaso de la Nueva Escuela Secundaria y la ausencia de una verdadera política contra la violencia de género”. Por su parte, el legislador José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro-FpV) observó que el ministro porteño “acusa directamente a las docentes por la muerte de Agustín” aun cuando “quedó demostrado que ambas cumplieron con su responsabilidad en los 28 días que el nene asistió a la escuela; y, además, el sumario se encargará de confirmarlo”. Para el legislador, la medida “parece estar teñida por la cercanía de ballottage. A cinco días de las elecciones y cuando ya pasó un mes de la tragedia, el ministro Bullrich toma una decisión directa para mostrar el disciplinamiento que ejerce sobre la escuela pública”.
Por la muerte de Agustín, los legisladores Pablo Ferreyra, Campagnoli, María Rachid, Jorge Aragón, Paula Penacca y Lorena Pokoik presentaron un proyecto de ley para crear gabinetes interdisciplinarios en todas las escuelas porteñas. Ferreyra señaló que los docentes “no están capacitados ni formados” para detectar situaciones de violencia como la que sufrió Agustín, por lo que es preciso que en cada escuela haya “un equipo multidisciplinario, inserto en la comunidad educativa de cada institución y que cuente con profesionales de la psicología, la psicopedagogía y asistentes sociales especializados en detectar, asistir e intervenir ante este tipo de situaciones”.
Por su parte, la titular de la Asesoría Tutelar, Yael Bendel, explicó a este diario que la decisión del ministro Bullrich se ajustó a las normas vigentes. “El acento está puesto sobre qué hicieron las maestras, pero acá falleció un chico de 5 años, en eso nos tenemos que concentrar”, señaló Bendel, quien detalló que, el año pasado, en la ciudad se registraron 6847 denuncias de casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes.