25.07.2015. Un batallón de auditores del Gobierno de la Ciudad controla la asistencia de alumnos y docentes en los 14 colegios donde hubo tomas y se recuperan clases en el receso invernal. La UTE denunció que entran a las aulas, interrumpen las clases y hasta toman fotos.
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera Capital) denunció una “caza de brujas” en las 14 escuelas medias de la ciudad de Buenos Aires que están dando clases en el receso de invierno para recuperar los días de las tomas: el gremio reveló que el gobierno porteño dispuso auditores que controlan las presencias de alumnos, toman fotos e interrumpen clases, en una situación “inédita desde la recuperación de la democracia”.
“Nos vamos a presentar el próximo lunes en la Justicia y en el Ministerio de Trabajo de Nación para denunciar esta situación de acoso laboral”, afirmó el secretario gremial de UTE, Rubén Berguier.
“La UTE reclama a las autoridades ministeriales que se suspendan las actividades en las escuelas medias en la segunda semana del receso invernal y se revean otras formas de recuperación de los días perdidos”, informó el sindicato en un comunicado, en referencia a las tomas con las que entre mayo y junio los alumnos reclamaron por las deficientes condiciones edilicias de los establecimientos y la reforma curricular introducida por el plan de Nueva Escuela Secundaria (NES).
Según informó el gremio, el Gobierno de la Ciudad “ha enviado auditorías en masa a las 14 escuelas medias” que están dando clases en el receso de invierno, “convirtiendo a las mismas en verdaderos ámbitos de caza de brujas”. Los auditores sacan fotos de las aulas, de los libros de firmas y las salas de profesores, “creando un clima de persecución y estrés laboral”, una situación “inédita en las escuelas porteñas desde la recuperación de la democracia”, explicó.
“Desde la UTE denunciamos este acoso laboral injustificado y lamentamos que el dinero invertido en contratar estas auditorías no se haya destinado para las obras necesarias en las escuelas públicas de la Ciudad donde en varias de ellas se están dando clases sin calefacción por falta de gas, falta de aulas y espacios, por la ampliación de la jornada escolar con la Nueva Escuela Secundaria y su improvisada aplicación en la Ciudad”, manifestó el secretario general adjunto de UTE, Guillermo Parodi. “A ninguno de estos problemas se dan respuesta desde el Ministerio de Educación. La única respuesta es tratar de generar miedo y enfrentamiento entre la comunidad educativa”, agregó.
Berguier explicó que los auditores van “en grupos de cuatro o cinco personas a cada turno de las escuelas con una actitud muy violenta, con máquinas de fotos”, y precisó que “recorren, observan, hacen informes y se meten a las aulas”. “¿Qué saben éstos cómo da clase un docente? Pareciera que el resultado de las elecciones en la Ciudad los ha puesto un poco nerviosos”, consideró el dirigente.
Según explicó, las auditorías comenzaron el último lunes a la mañana, “incluso en las escuelas en las que se votó (la segunda vuelta de las elecciones para jefe de Gobierno), donde obligaron a dictar clases desde las 7.45 con las aulas sin limpiar, con los baños y los pisos sucios”. “Esto es una vergüenza. Se vio sólo en las épocas de la dictadura”, agregó.
La presencia de los auditores también genera una situación de estrés entre los alumnos, según sostuvo Christopher Loyola, alumno de la Escuela Julio Cortázar y miembro de la Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB). “Las auditorías están pasando por los 14 colegios (a los que el Ministerio de Educación obligó a recuperar el tiempo perdido por las protestas) a controlar que docentes y alumnos estemos en las aulas. Si llegás cinco minutos tarde, los preceptores tienen la orden de marcar ausencia, cuando en realidad la ausencia con presencia va después de los 20 minutos”, sostuvo Loyola.
“Si bien es correcto que lleguemos a horario, no está bien que nos pongan ausencia por llegar cinco minutos tarde. Lo que se vive es bastante persecutorio”, consideró el estudiante, quien precisó que los auditores pasan por las aulas con planillas para revisar el presentismo.
En la misma línea, la estudiante Malena Rinesi, del centro de estudiantes del Mariano Acosta, relató que “hoy llegaron al colegio personas del Gobierno de la Ciudad y les empezaron a sacar fotos a los profesores y a los libros que estaban usando para dar clases”. “También se acercaron con planillas y le hicieron preguntas a una docente” durante la clase, mientras “otro sacaba fotos al colegio y a los libros que se iban a usar”, afirmó.
Rinesi explicó que los docentes del Acosta “están bastante estresados”, y señaló que “los supervisores –organizados por distrito escolar–, que no suelen ir durante el año, estos días aparecieron para ver si venían los alumnos”. “Los auditores también controlan el trabajo de los preceptores”, relató, y consideró que toda la comunidad educativa atraviesa “una situación bastante estresante”.