Desde la UTE, estuvimos acompañando la preocupante situación que viven lxs trabajadorxs de las escuelas privadas del Distrito 20, frente a las amenazas de bomba que reciben cotidianamente.
Más de ocho escuelas en el barrio de Liniers vienen padeciendo esta práctica que resulta agotadora y desvaloriza a la Educación de los estudiantes secundarios. Las llamadas se realizan al 911, y como indica el protocolo, estudiantes y personal de la escuela deben evacuar hacia el punto de referencia más cercano. Algunas escuelas recibieron más de 15 llamadas en lo que va de este mes. El desgaste frente a esta tensión, sumado a la cantidad de horas de clase que se pierden, hace que la situación sea cada vez más grave.
Exigimos que el Ministerio de Educación se responsabilice de esta situación y que establezca los canales necesarios para su resolución.