“Rechazamos la modificación unilateral e inconsulta de la agenda educativa dispuesta por el Gobierno de la Ciudad”, advirtieron desde UTE luego del decreto que adelanta las vacaciones de docentes y dispone su retorno a las escuelas para el 8 de febrero.
Mientras sigue el rechazo en muchas escuelas porteñas a las actividades de ‘revinculación’ con carácter presencial, crece la tensión entre la ministra de Educación, Soledad Acuña, y los gremios docentes. Tras anunciar su intención de que las clases en 2021 comiencen el 17 de febrero, la titular de la cartera educativa en la Ciudad adelantó por decreto la fecha de vacaciones de maestros y maestras y dispuso que vuelvan a las escuelas la primera semana de febrero.
“Todo el personal docente hará uso de la licencia anual ordinaria prevista por el artículo 68 de la Ordenanza N° 40.593, a partir del día 21 de diciembre del 2020″, indica el decreto de Acuña, y establece que deberán «reintegrarse a sus funciones el día 8 de febrero de 2021; Que ello permitirá el inicio del período escolar para el ciclo lectivo 2021, a partir del 8 de febrero del 2021 para todos los establecimientos educativos de la Ciudad».
“Rechazamos la modificación unilateral e inconsulta de la agenda educativa dispuesta por el Gobierno de la Ciudad. Estos ‘anuncios’ televisivos y, su correlato días después en resoluciones y decretos, muestran una vez más el desconocimiento del sistema educativo agregando complicaciones al funcionamiento escolar”, repudiaron desde la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
Y agregaron: “Además de ignorar los aspectos sanitarios y epidemiológicos, con esta decisión la ministra Soledad Acuña deja en claro que no conoce las condiciones edilicias de las escuelas. Frente a las altas temperaturas durante el mes de febrero con los techos de tinglados, la imposibilidad de prender ventiladores y aires acondicionados y los espacios reducidos se hará imposible permanecer en los establecimientos educativos. Por otro lado, los últimos días de diciembre y las dos primeras semanas de febrero se organizan los actos públicos de asignación de cargos directivos, docentes y horas cátedra fundamentales para que los estudiantes tengan docentes como también, así, mesas de exámenes”.
“El regreso a la presencialidad requiere de diálogo social e inversión educativa para solucionar los problemas de infraestructura escolar y cubrir los cargos docentes y no docentes imprescindibles para la nueva etapa”, reclamaron desde UTE. Acuña, en tanto, viene realizando declaraciones que confrontan aún más con los docentes organizados: “A los gremios no les preguntamos cómo tomar decisiones educativas”, dijo días atrás.